Del 29 de enero al 7 de febrero de 2019 se movilizó toda la región de África para mostrar cómo se organizan las personas excluidas para reconquistar sus derechos fundamentales.
Las cincuenta compañeras y compañeros que participaron en el campo de trabajo pudieron conocer la diversidad de las alternativas que se practican a escala local.
En su última Asamblea Mundial, celebrada en Jesolo (Italia) en 2016, el movimiento Emaús reafirmó su voluntad de seguir celebrando los campos de trabajo internacionales, espacios de diálogo y compromiso compartido que lo enriquecen desde hace años. Desde entonces, este campo de África ha sido el segundo, tras el que se celebró en el sur de la India en enero de 2018. Es el símbolo de un dinamismo inagotable que da vida al movimiento.
Los participantes, procedentes de las cuatro regiones del movimiento (África, América, Asia y Europa), fueron acogidos por el grupo Emaús Pahou, de Cotonú (Benín). A través de los talleres de reflexión y del trabajo concreto, trataron las tres luchas del movimiento y conversaron sobre sus visiones y prácticas en lo tocante a la solidaridad internacional. Esta interacción insufló a los participantes ánimos renovados para seguir luchando contra las causas de la pobreza en los diferentes lugares del mundo donde se encuentran.
Los diálogos con los lugareños y distintos miembros de la sociedad civil fueron un aspecto clave del campo de trabajo
Además del encuentro con la asociación de usuarios gestores del agua, con la que Emaús Internacional trabaja desde hace más de diez años dentro del proyecto Nokoué (un proyecto ciudadano para el acceso al agua y al saneamiento), los participantes pudieron acompañar a Clémence Sessou, socióloga, durante una sesión de formación en la aldea de Dékamney, como parte de su trabajo de sensibilización con la población local sobre la salubridad y el medio ambiente. El campo de trabajo también ha sido una oportunidad para conocer las actividades de los tres grupos de Emaús que existen en Benín —Emaús Pahou, Emaús Tohoué y la AFA (por sus siglas en francés, Asociación de Mujeres Amigas)—. Como cierre, se celebró un primer encuentro con seis asociaciones locales establecidas a orillas del lago Nokoué, con la idea de plantear alianzas e iniciativas en común. ¡Toda una novedad!
Otro momento clave fue la celebración de la gran venta solidaria en la comunidad de Emaús Pahou
Tras haber descargado el contenedor que envió la comunidad de Rédené (Francia), los participantes, con ayuda de todo el equipo local, dedicaron su energía a clasificar, limpiar y colocar los artículos, y dejarlos listos para la venta. La población de Sainte-Rita y alrededores no faltó a la cita, convirtiendo esta nueva venta solidaria en un verdadero éxito. Los beneficios obtenidos contribuirán a la consolidación de los proyectos que lleva a cabo el grupo en el ámbito local, en favor de y junto a personas excluidas. Esta manera de compartir los recursos al estilo de Emaús es una de las bases del modelo de solidaridad internacional que defiende el movimiento.
También se pudo echar una mano de otras formas. Es el caso de los valientes participantes que ayudaron a preparar el terreno para la futura Casa del Agua, que será un lugar de acogida y de reuniones para la asociación de usuarios y gestores del agua, y cuyas obras se concluirán de aquí a dos meses.
Tras este campo de trabajo en África, cada quien volvió a su país lleno de ideas y enriquecido gracias a estos encuentros tan constructivos.
La dinámica de los campos de trabajo internacionales está lejos de agotarse. En septiembre de 2019 le tocará a la región de América recibir, en Colombia, a los próximos participantes.
