La exacerbación de las guerras
Casi un tercio de los países del mundo están actualmente en guerra. En 2015, el Banco Mundial estimó que casi 250 000 personas al año son víctimas de estos conflictos. El ideal de paz universal que motivó la creación de las Naciones Unidas tras la Segunda Guerra Mundial se aleja cada vez más.
Conflictos muy costosos
En 2015, el coste global de los conflictos era de 13,6 billones de dólares, es decir un 13,3% del PIB mundial. Por primera vez desde 2011, los gastos militares aumentaron a nivel mundial en 2015 y la industria militar de los países ricos y emergentes prospera gracias a estas sumas escalofriantes. Los gastos militares a escala mundial se estimaron en torno a 1700 millardos de dólares en 2016, mientras que la ayuda pública internacional al desarrollo alcanza apenas 80 millardos.
Libertad de circulación selectiva
Las leyes internacionales de movilidad son elaboradas y controladas por los países más ricos para responder a sus necesidades e intereses.Las mercancías (entre ellas, las armas) y el capital circulan libremente por el mundo, al igual que los ciudadanos de la mayoría de países de la OCDE, que no necesitan ninguna autorización previa. Por el contrario, allá donde su mano de obra no puede explotarse en condiciones que rozan la esclavitud (trabajo doméstico, jornaleros agrícolas, etc.), los más pobres son expulsados mediante dispositivos ultra-militarizados y medidas de seguridad excesivas.
Los mitos de la "invasión" migratoria
Los migrantes representan a nivel internacional solamente un 3% de la población mundial: es decir, el 97% de la población es sedentaria. En 2015, los países del Sur acogen a casi un 30% de los migrantes de todo el mundo, a pesar de que sus capacidades de acogida son muy inferiores a las de los países ricos.
Políticas migratorias con un coste humano y financiero inaceptables
Desde el año 2000, 46.000 personas han desaparecido o muerto intentando cruzar una frontera. En 2014 y 2015 se registraron más de 5000 muertes y desapariciones al año, de las cuales un 70% en el Mediterráneo.Los presupuestos para el control y el cierre de las fronteras aumentan con regularidad: de 2000 a 2015, Europa gastó más de 13 000 millones de euros para impedir la entrada de inmigrantes en su territorio o para deportarles.
La categorización y el fomento de la competición entre migrantes
La libertad de circulación y residencia es un derecho fundamental garantizado por la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la Ciudadanía de 1948 (artículos 13.1, 13.2 y 14.1).No obstante, los Estados y las organizaciones internacionales hacen constantemente distinción entre las personas migrantes en función de las causas y condiciones de su migración (migrantes internacionales o "desplazados", refugiados políticos, migrantes en situación regularizada, migrantes en situación irregular, migrantes económicos, migrantes climáticos, etc.), cuando en realidad su situación se asemeja bastante y las razones de su migración nunca son únicas.
La aceptación de una pequeña minoría (refugiados políticos y víctimas de guerra, sobre todo) legitima el rechazo de la gran mayoría restante, que será aún más estigmatizada por indeseable.
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