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thumb henri-groues-abbe-pierreInfancia:

Henri Grouès nació el 5 de agosto de 1912 en Lyon, en el seno de una familia católica burguesa. Su infancia estuvo marcada por los valores cristianos de la solidaridad.

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Henri Grouès nació en Lyon el 5 de agosto de 1912, en el seno de una familia católica burguesa. Era el quinto de ocho hermanos. Su padre, Antoine Grouès, era director de Fonderies du Rhône, una empresa dedicada a la fundición de metales. Movido por la voluntad de compartir y el valor de la solidaridad, colaboraba con numerosas asociaciones, entre ellas la de los Hospitaliers-Veilleurs, una congregación benéfica lionesa que prestaba ayuda a los enfermos de los hospitales, entre otros.

A la edad de doce años, Henri Grouès descubrió lo que hacía su padre todos los domingos por la mañana: afeitar, cortar el pelo y servir el desayuno a unos cincuenta mendigos. Lo llamaban «el Barbero de los Pobres».

Así, la solidaridad y la religión estuvieron muy presentes en la infancia de Henri Grouès.

 

thumb scoutisme-abbe-pierreEl scout:

En su adolescencia, Henri Grouès participó en el movimiento scout, que lo marcaría para toda la vida. En Asís, etapa de regreso de un viaje escolar, descubrió su vocación religiosa.

 

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En 1925, Henri Grouès se hizo scout, lo que fue fundamental para su formación como adolescente y para su vida adulta. De hecho, el Abbé Pierre nunca perdió el interés por este movimiento.

Henri Grouès estudió con los jesuitas en Lyon. En 1927 emprendió un viaje a Roma junto con sus compañeros y, en el trayecto de vuelta, pasó por Asís. Aquel lugar fue para él una auténtica revelación. Al año siguiente cayó en sus manos una obra sobre la vida de san Francisco de Asís. Seducido por la renuncia a lo material que encarnaba el santo, Henri Grouès descubrió su vocación. Desde entonces, dedicó largo tiempo a la lectura y al recogimiento.

Sin embargo, aquel joven al que los scouts habían bautizado como «el Castor Meditabundo» aún vacilaba entre la reflexión y la acción, entre si debía ir «hacia el desierto para pensar únicamente en Jesús» o luchar «en territorio enemigo, batallar con grandes acciones de militancia».

 

thumb moine-capucin-abbe-pierreEl monje capuchino:

En noviembre de 1931, a la edad de 19 años, Henri Grouès entró en la orden de los monjes capuchinos. Los siete años que pasó entre ellos estuvieron marcados por la reflexión, pero también por la dureza de la vida monástica.


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Finalmente, Henri Grouès se decidió por la vida en un convento y para ello eligió a los capuchinos, la rama más austera de los franciscanos. El 21 de noviembre de 1931, cuando apenas tenía 19 años, entró en el convento de Notre-Dame-de-Bon-Secours, en la ciudad de Saint-Étienne.

En 1932, adoptó el nombre de hermano Philippe y se trasladó al convento de Crest, en el departamento francés de Drôme, donde estudió durante siete años. El 3 de enero de 1937 profesó los votos.

Más adelante, Henri Grouès se refirió a esta etapa como «un periodo de auténtica felicidad interior», así como una preparación fundamental para su atípica vida como sacerdote.

Con todo, la existencia en el monasterio le resultaba muy dura: sufría por la soledad, por el escaso nivel intelectual del entorno y por unas condiciones de vida sumamente austeras que debilitaban aún más su salud, que hacía tiempo que era frágil.

 

thumb pretre-abbe-pierreEl sacerdote:

En agosto de 1938 fue ordenado sacerdote. Después de un difícil periodo, en abril de 1939 se le permitió abandonar a los capuchinos e incorporarse a la diócesis de Grenoble.

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El 24 de agosto de 1938, Henri Grouès fue ordenado sacerdote. Sin embargo, la vida monástica le resultaba cada vez más difícil de llevar y su débil salud ya no le permitía seguir soportando la austeridad. Finalmente, en abril de 1939, se le autorizó a salir de los capuchinos. El obispo de Grenoble lo acogió y lo nombró vicario de la basílica de Saint-Joseph.

Cuando en septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial, lo llamaron a filas como suboficial. Entre finales de enero y mediados de julio de 1940 estuvo ingresado en un hospital y el 31 de agosto de 1940 volvió del frente. Su obispo lo nombró, sucesivamente, capellán del hospital de La Mure (departamento de Isère) en septiembre de 1940, sacerdote responsable de la formación religiosa del orfanato público de La Côte-Saint-André en enero de 1942 y vicario de la catedral de Grenoble el 15 de julio de 1942, cargo este último que desempeñó hasta finales de 1943.  Además, desde mediados de 1944 hasta finales de 1945 fue capellán de la Marina. Pero por encima de todo, y hasta el final de su vida, fue siempre un sacerdote.