El trabajo diario de los grupos Emaús demuestra que las migraciones constituyen una riqueza.
Practicamos la acogida incondicional, independientemente de la trayectoria, la historia, el origen, las creencias o la situación de las personas.
Este compromiso con la libre circulación no impide que los grupos Emaús trabajen diariamente para permitir a todos los que así lo deseen permanecer en sus barrios y lugares de origen y construirse allí una vida digna.
Practicamos la acogida incondicional, independientemente de la trayectoria, la historia, el origen, las creencias o la situación de las personas.
Este compromiso con la libre circulación no impide que los grupos Emaús trabajen diariamente para permitir a todos los que así lo deseen permanecer en sus barrios y lugares de origen y construirse allí una vida digna.
Nuestros principios de acción
- Fomentar la tolerancia y la lucha contra todas las formas de discriminación
- Actuar por el respeto a los derechos humanos y la justicia
- Promover la educación y la cultura de la convivencia y el despertar de las conciencias
- Celebrar la diversidad y aceptar al otro sin prejuicios, con sus diferencias
- Defender la democracia en acción mediante la movilización ciudadana
- Impulsar la resolución activa de los conflictos a través del diálogo
Nuestro deber de solidaridad
Los grupos llevan a cabo numerosas acciones en contextos donde a veces supone un conflicto o incluso un riesgo para nuestros miembros: aprendizaje de la vida comunitaria y de la gestión colectiva, mediación social y comunitaria, resolución de conflictos intra e inter-comunitarios, acceso a los derechos y acompañamiento social, inserción a través del trabajo, protección de emergencia, acogida de niños-soldado, etc.De esta manera, participan en la educación por la paz y la convivencia, y desarrollan acciones de incidencia ante las autoridades locales o nacionales. Por último, realizan actividades de sensibilización de las poblaciones locales sobre los riesgos y peligros que entrañan las rutas migratorias.