Un sistema global desigual, que genera exclusión
El modelo económico dominante se basa en:- la competencia y la competición,
- el afán de lucro y el acaparamiento de las riquezas, que relegan a un segundo plano la cuestión de los Derechos Humanos y fomentan la competencia entre trabajadores y productores
- la explotación y precarización de los productores
- entraîne la mise en concurrence des travailleurs et des producteurs exploités et précarisés,
- la destrucción de los vínculos sociales, de la solidaridad y de nuestros ecosistemas.
Políticas económicas al servicio de los más poderosos
La globalización actual representa la continuidad de las lógicas poscoloniales y neocoloniales. El cambio de enfoque de las políticas internacionales "de desarrollo" hacia "la lucha contra la pobreza" ha agravado en realidad el empobrecimiento de los pueblos, situando los intereses de los mercados por delante de las necesidades de las poblaciones.En 2017, 700 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza, con 1,9 dólares al día.
Entre 1988 y 2011, el aumento de los ingresos del 1% de la población más rica ha sido 182 veces superior al del 10% de la población más pobre.
Financiarización de la economía
La domination des puissances financières – banques, assurances, fonds d’investissement… - sur l’économie réelle est l’une des grandes causes de la pauvreté et de la misère.La rentabilité à court terme gouverne entièrement les choix d’investissement, et les capitaux naviguent au gré du moins-disant (social, fiscal, environnemental…).
Et quand elles le jugent rentable, les banques et les fonds d'investissement privés s’immiscent dans les services de base (éducation, logement, santé, culture…) pour les transformer en marchandises.
Indulgencia para la optimización y evasión fiscales
Estudios independientes calculan que los Estados del mundo pierden al menos $273 mil millones (y probablemente más) al año debido al ocultamiento de activos financieros colosales en paraísos fiscales. Esta evasión fiscal priva a los gobiernos de ingresos anuales indispensables para financiar la seguridad social y los bienes comunes, sobre todo en los países del Sur, que registran cada año pérdidas de sumas muy superiores a la ayuda pública internacional.
Total impunidad del trabajo forzoso y de la trata de seres humanos
Según la Organización Internacional del Trabajo, 21 millones de personas viven en situación de trabajo forzoso, lo cual genera unos 150 mil millones de dólares de beneficio cada año.
Persistentes desigualdades entre hombres y mujeres
A escala global, las mujeres ganan menos del 60% del salario que perciben los hombres, a pesar de su mayor carga de trabajo remunerado y no remunerado.Volver al inicio
