A partir de 1954
El eco del llamamiento llega mucho más allá de las fronteras francesas.
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A partir de febrero de 1954, la prensa europea se va haciendo eco del llamamiento y de la movilización que este ha suscitado.
El Abbé Pierre recibe invitaciones de todas partes, de autoridades políticas, civiles, religiosas, universitarias y a veces de meros ciudadanos, para que vaya a hablar de su lucha contra la miseria.
A ello sigue una larga serie de viajes y conferencias por el mundo: Londres, Ginebra, Marruecos –por invitación de rey Mohamed V–, la India, diferentes países de Sudamérica, etc., con la idea de transmitir el mensaje de que la lucha contra la miseria es una batalla mundial.
De 1955 a 1963
El Abbé Pierre recibe numerosas invitaciones de diferentes lugares del mundo. En sus conferencias cuenta la experiencia de Emaús, lanza un potente mensaje a la opinión pública y los distintos dirigentes y muestra su apoyo a quienes luchan contra la miseria. Además, visita asociaciones Emaús que van naciendo, mientras que otras se crean tras su paso.
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Poco después de que Marruecos acceda a la independencia, el Abbé Pierre acepta la invitación del rey Mohamed V, el cual solicita la experiencia de Emaús para resolver el problema del chabolismo en este país.
En septiembre de 1956 habla ante 800 000 personas en Colonia (Alemania). También va a los Países bajos y Portugal en 1957 y a Suecia, Bélgica y Austria en 1958.
Durante los meses de diciembre de 1958 y enero de 1959 visita la India, donde una antigua amistad lo une con los dirigentes y discípulos de Gandhi, fruto de batallas compartidas por el federalismo mundial y la lucha contra la miseria. Hace escala igualmente en el Líbano, donde sus conferencias reciben gran atención.
Entre julio y agosto de 1959 visita la mayor parte de países de Sudamérica y algunas organizaciones basadas en el modelo de Emaús que se van formando. Allí teje una gran amistad con Hélder Câmara, entonces obispo auxiliar de Río de Janeiro, quien comparte su cruzada en favor de los desheredados y se ha erigido en defensor de estos ante las autoridades católicas de Latinoamérica y el Vaticano.
Mientras se van multiplicando las comunidades Emaús en Francia, el Abbé Pierre prosigue sus encuentros y conferencias por todo el mundo: en Europa (Austria, Finlandia, Italia, los Países Bajos, Portugal, Suecia…), en África (Benín, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, República Centroafricana, Senegal, Togo…), en Sudamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela…), en Norteamérica (Canadá y Estados Unidos) y en Asia (Coréa del Sur, Japón, el Líbano…).
11 de julio de 1963
El Abbé Pierre sobrevive a un naufragio en el Río de la Plata y comprende la necesidad de estructurar el movimiento Emaús.
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En 1963 el Abbé Pierre emprende una gira por las comunidades Emaús de Latinoamérica.
Se encuentra a bordo del Ciudad de Asunción cruzando el Río de la Plata, entre Argentina y Uruguay, cuando este naufraga, la noche del 11 de julio. En un principio la prensa internacional lo da por muerto, pero al final se consigue salvar su vida. Según sus propias palabras, «esta muerte fallida seguramente fue para mi vida personal un momento comparable en importancia a la entrada en los capuchinos, a las noches de mendicidad […]. Pero fue también el detonante de un gran giro en la historia y en el futuro del movimiento Emaús».