Este antiguo presidiario, indultado al cabo de veinte años por su comportamiento heroico en un incendio, se encuentra al volver a su hogar con que su lugar había sido ocupado por otro y, desesperado, intenta suicidarse.

Recibe entonces la visita del Abbé Pierre. De manera espontánea, el Abbé Pierre hace «lo contrario de la beneficencia» y lo invita a venir a «ayudar[le] a ayudar a otros» construyendo casas para familias sin techo.

Años más tarde le confía: «Padre, usted me dio lo único que realmente necesitaba: ayudar a los demás, sentirme útil».

Satoko Kitahara es una joven japonesa que nace en el seno de una familia acomodada.

En 1950, convertida al catolicismo, abandona sus estudios de farmacia y se va a vivir voluntariamente con los necesitados y despreciados traperos de la “Ciudad de las Hormigas”, en Tokio, fundada al acabar la guerra por los señores Ozawa y Matsui.

A base de trabajo y empeño, consiguen que las autoridades no expulsen a las “hormigas” del barrio. En 1958, esta mujer a quien los pobres llamaban “María, la madona de los traperos” muere de tuberculosis a los 28 años.

Sacerdote jesuita y profesor de ciencias sociales, ocupa diversos puestos de asesor del Gobierno.

Idealista y práctico frente a la explosión de las villas miseria, en 1952 decide construir pequeñas viviendas para familias modestas con la ayuda de voluntarios argentinos y canadienses.

En 1963 es una de las figuras de Emaús a las que recurre el Abbé Pierre para preparar la primera Asamblea General. Ocupa la vicepresidencia de Emaús Internacional entre 1971 y 1981 y, en 1976, publica una tesis doctoral en sociología titulada “Emmaüs et l’abbé Pierre : Mythe, utopie et emprise charismatique” (Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París).

Muere el 27 de noviembre de 1986 en Buenos Aires.

Lucie Coutaz nace en Grenoble en 1899. Tras cinco años de parálisis, se cura en Lourdes en 1921.

Es responsable sindical en la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos. En 1942, alguien le habla de ella al Abbé Pierre, con el que entra a formar parte de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1945, el Abbé Pierre vuelve a recurrir a ella para que sea su secretaria parlamentaria. Lucie Coutaz es verdaderamente cofundadora del movimiento Emaús junto con el Abbé Pierre, al que acompaña en todas sus tareas hasta el final de su vida, el 16 de mayo de 1982.

Era muy apreciada por su sentido de la acción, su permanente disponibilidad, su discreción, sus dotes de dirección y su eficacia, y el Abbé Pierre se refería a ella como «aquella sin la cual nada habría sido posible».

En 1950, este carismático padre jesuita trabaja como profesor de religión en Montevideo (Uruguay).

Con la ayuda de un grupo de voluntarios sensibiliza a la población sobre la expansión de las villas miseria. En 1954 oye hablar del Abbé Pierre y funda junto con varios estudiantes un grupo Emaús que trabaja en los barrios periféricos de Montevideo.

El “cura-gaucho”, como se le conoce, pone en marcha una iniciativa para los niños, construye viviendas y promueve la organización de la población.

En 1958 compra un terreno en el que construye un espacio de compraventa de ropa. Muere trágicamente en 1966, en un accidente de camión, mientras llevaba al mercado las verduras recolectadas en la granja-escuela de Emaús.

Stephan Drechsler conoce al Abbé Pierre en 1956 durante una conferencia en Bélgica sobre el desarrollo de la Europa unida.

A raíz de ello participa en este país en un “campo de la amistad” con niños abandonados. Junto con un pequeño grupo de jóvenes católicos de Colonia (Alemania), se implica en las actividades de Emaús en Bélgica.

A su vez, el secretario general de Emaús en Bélgica le ayuda a organizar una primera recogida de objetos de segunda mano en Colonia, el 1 de marzo de 1959, fecha que marca el nacimiento de Emaús en Alemania.

Poco después se crea una comunidad de voluntarios.

A finales de 1957, tres mil familias ocupan un terreno en La Victoria, a las afueras de Santiago de Chile, en el que instalan modestas viviendas.

Cuentan con la ayuda de estudiantes que vienen durante su tiempo libre y realizan actividades culturales para los jóvenes. En poco tiempo, algunos de ellos se instalan en el barrio.

En 1959 reciben la visita del Abbé Pierre y descubren en qué consiste exactamente la experiencia de Emaús. Llenos de curiosidad, dos miembros del grupo conocido como Las Urracas, Pepe Aravena y Óscar Pregnán, viajan a Francia para conocer la vida y el trabajo de los traperos.

A su vuelta, en 1961, ponen en marcha la primera comunidad de traperos de Emaús en Chile. Pepe Aravena es uno de los cinco miembros del consejo provisional que se encarga de preparar la primera Asamblea General de Emaús Internacional, en 1969.

En 1957, el obispo melquita de Beirut, Grégoire Haddad, funda el Movimiento Social con un grupo de libaneses de todas las confesiones.

A finales de 1958, el Abbé Pierre da una conferencia en Beirut. Al volver en el mes de enero, descubre sorprendido que un cristiano, un musulmán y un druso ya han fundado una comunidad Emaús bajo el nombre de “El Oasis de la Esperanza”, todo un símbolo cargado de significado en el contexto multiconfesional del Líbano.

Sus primeros voluntarios son los del Movimiento Social libanés. Grégoire Haddad, pionero del trabajo social, se ve obligado a cesar en sus funciones como obispo en 1974 por haberse atrevido a decir que «la Iglesia libanesa [...] debe vender sus bienes para repartirlos a los pobres».

Grégoire Haddad, amigo del Abbé Pierre, es una de las grandes figuras de Emaús.

Pierre Ceyrac, sacerdote jesuita francés, viaja a la India como misionero en 1937.

Allí trabaja formando a trabajadores sociales en Madrás y es también capellán de los estudiantes católicos de la India. Indignado ante la miseria y el sistema de castas, dedica su vida a los pobres de este país y, en especial, a los dalits (“intocables”), animado por Nehru y Gandhi.

En los años 1960 llegan a la India los primeros swallows (voluntarios de Emaús), con los que una serie de alumnos y trabajadores sociales del padre Ceyrac fundarán el grupo Emaús VCDS.

Dagny Arbman es uno de los primeros miembros de los Swallows de Suecia.

Es ella quien se encarga del trabajo de los voluntarios de Emaús en la India. En un barrio de infraviviendas de Madrás, los Swallows abren un taller de tejidos artesanales especializado en la técnica del batik y un centro comunitario.

En 1965 se crea una asociación de Swallows en Madrás.

En 1959, en Lima, el sacerdote francés Gérard Protain ayuda a los traperos de Emaús, peruanos que viven en barrios desfavorecidos, a trabajar en equipo y ayudarse mutuamente.

Su trabajo duro e ingrato en el vertedero de El Montón les permite salir adelante y ayudar a aquellos que son aún más pobres que ellos, construyendo humildes casas y guarderías para los niños abandonados. Sin embargo, las autoridades no ven con buenos ojos su trabajo ni sus intervenciones públicas.

Tras ser obligado a abandonar el Perú, Gérard Protain se traslada a Finlandia, donde funda Emaús Helsinki.

En abril de 1966, en Nueva York, el padre David Kirk (antiguo compañero de Martin Luther King y de Dorothy Day) funda junto con varios amigos la Casa de Emaús, como centro del “Movimiento para el cambio en la Iglesia y en la sociedad”.

Se trata de una comunidad ecuménica, situada en el barrio de Harlem, orientada hacia la no violencia y el rechazo de la Guerra de Vietnam y con fuerte presencia entre los negros y portorriqueños. Pasarán varios años hasta que Emaús Harlem oiga hablar del Abbé Pierre y del movimiento Emaús.

En 1971, el grupo participa en la Asamblea General de Emaús Internacional.

Elisabeth de Godzinsky nace en una familia acomodada y es una gran políglota. Su llegada a Emaús es progresiva. Ya en 1950 descubre al Abbé Pierre y Emaús a través de una serie de lecturas que le evocan su propia esperanza desde la Segunda Guerra Mundial. En 1958 conoce al Abbé Pierre en la Casa de Francia en Helsinki.

Participa en el trabajo de la comunidad Emaús de Helsinki desde su creación, en 1966, y durante 23 años será uno de sus pilares discretos.

Participa en la primera Asamblea General y en la redacción del Manifiesto Universal.

Marcel Farine nace en Suiza en 1924 y, a la edad de 21 años, entra en la administración postal suiza y se implica activamente en los planos político, social y religioso. En febrero de 1956 acude con su mujer, Thérèse, a una conferencia del Abbé Pierre en Berna sobre el tema “La miseria juzga al mundo”, en la que conoce al fundador del movimiento.

Ese mismo año funda Emaús Berna. Su compromiso con los más débiles es muy amplio. En 1960 funda Ayuda a los Leprosos - Emaús Suiza, organización que preside durante 37 años y que le hará recorrer África y Asia.

Su vida está marcada por el trabajo con mujeres y hombres comprometidos como Raoul Follereau o dom Hélder Câmara, entre otros. Participa en la preparación de la primera Asamblea General y preside Emaús Internacional de 1969 a 1979. Es uno de los principales artífices de la creación del movimiento.

Muere el 27 de marzo de 2008 a los 84 años de edad.

José María Llorens, argentino, sacerdote obrero y jesuita, lucha desde 1958 con la población asentada ilegalmente en un vertedero público del barrio de San Martín, en Mendoza (Argentina), primero para evitar que desmantelen sus asentamientos y, más tarde, para reclamar mejores condiciones de vida, dignidad, derecho a la educación...

Vive con ellos y ayuda a 80 familias pobres a crear una cooperativa para construirse un techo y alimentarse. La cooperativa se une a la Secretaría Nacional de Emaús Argentina en 1980. José María Llorens, persona de gran intuición, denuncia ante las autoridades locales la miseria inaceptable en la que vive una parte de la población.

No consiguieron silenciarle ni varios arrestos ni un intento de asesinato, sino que, al contrario, reforzaron su mensaje.

Tras ser hermana carmelita en Maine (Estados Unidos), Lucy Poulin deja el convento en los años 1970 para apoyar a unas mujeres que se quedan sin empleo tras el cierre de una fábrica.

Funda y dirige una cooperativa de artesanía local, HOME (Homeworkers Organized for More Employment), destinada a la población de Hancock, una zona rural pobre.

En esta región con un gran número de personas sin hogar, la actividad turística aumenta la especulación inmobiliaria. Lucy Poulin constituye una agrupación inmobiliaria que compra terrenos y construye casas tradicionales para los más pobres.

Tras descubrir Emaús y al Abbé Pierre en un artículo de una revista, se pone en contacto con el movimiento y HOME pasa a ser miembro de Emaús Internacional en 1986.

En 1955-56, Jean Wilken, un joven enfermero holandés, acude como voluntario a los encuentros internacionales de Neuilly-Plaisance, donde atiende a los huéspedes y, en ocasiones, hace las veces de responsable en la comunidad vecina.

Le ayuda en su tarea una joven voluntaria holandesa, Elisabeth, que se convertirá en su mujer. De vuelta a Holanda, difunden el mensaje del Abbé Pierre y el modelo de solidaridad de Emaús, con lo que fomentan la puesta en marcha de iniciativas de solidaridad en los países del Tercer Mundo.

La primera comunidad Emaús de los Países Bajos abre sus puertas en Haarzuilens, cerca de Utrecht, en 1966.

Entre 1976 y 1979 representa a José Balista en el Comité Ejecutivo cuando este no puede acudir y, de esta forma, tiene la oportunidad de conocer otros grupos Emaús. En 1979, es elegido presidente de Emaús Internacional por la Asamblea General y hasta el fin de su presidencia, en 1986, apoya la ampliación del movimiento y el necesario refuerzo del papel de la secretaría internacional.

Asimismo, sienta las bases de la regionalización de Emaús y pone de relieve a los países más pobres en las instancias internacionales.

Hijo de obreros agrícolas y dalit (los antiguamente conocidos como “intocables”), Martine Savarimuthu es alumno del padre Pierre Ceyrac en Madrás, donde estudia trabajo social. Más tarde se convertirá en abogado.

Se dedica a los dalits y a la defensa de sus derechos cívicos y sociales, y funda con ellos VCDS (Village Community Development Society), con la financiación de los Swallows de Suecia. Es así como descubre, en 1984, el movimiento Emaús, del que VCDS pasa a formar parte en 1992.

Kousalya Seethapathy, por su parte, procede de una casta superior. Sus padres dejan que vaya a la escuela, algo de lo que se ven privadas las niñas de su poblado.

De ahí llega a la convicción de que la necesaria autonomía de la mujer pasa por la educación y el trabajo. En 1977, desafiando la tradición y la oposición de su familia, se casa con Martine y queda excluida de su casta. En 1980 funda con él VCDS, que lucha por los derechos de las mujeres pobres y por la educación infantil. El American Biographical Institute la nombra “Mujer del Año 2000” en la India.

Es elegida como miembro de Comité Ejecutivo de Emaús Internacional en 2007.

Albert Tévoédjrè, nacido en 1929 en Porto Novo (Benín), es doctor en ciencias económicas y sociales.

A lo largo de toda su vida desempeña importantes responsabilidades en Benín y, más tarde, en distintas organizaciones internacionales, como la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra.

En 1977 publica La Pauvreté, richesse des peuples (“La pobreza, riqueza de los pueblos”), un libro audaz por el que se le invita como ponente a la Asamblea General de Emaús Internacional de 1984. Es el principio de una larga y fructífera amistad con el Abbé Pierre y con el movimiento Emaús, que desembocará en la fundación de Emaús en Benín en 1988.

De vuelta a su país después de muchos años en el extranjero, se implica en la renovación democrática del país tras una larga dictadura.

Rogelio de Urquiza, jesuita argentino y rector de universidad tras una carrera de profesor de psicología, trabaja a finales de los años 1970, junto con el padre José María Llorens, por la promoción social de un barrio de Mendoza.

Forma parte de la Comisión Administrativa y, en 1983, es nombrado consejero del Comité Ejecutivo por América Latina. Tras sus múltiples visitas a Europa y su participación en la Asamblea General de Verona, en 1988, nace su interés por crear una comunidad Emaús en el barrio de San Martín de Mendoza.

En 1991 se convierte en el primer miembro del Comité Ejecutivo que representa al “Tercer Mundo”. Rogelio inicia y fomenta numerosos proyectos educativos en los grupos Emaús de América Latina. Su visión de Emaús se puede resumir en el eslogan que encontró para la reunión de la Comisión Administrativa de Burzaco en 1991: «Nuestro objetivo es que los pobres sean protagonistas de su propia transformación».

Muere el 9 de agosto de 2009.

El italiano Franco Bettoli es un presidente que marca la historia de Emaús Internacional. Entra en el movimiento en 1967 por la “puerta” de los campos de jóvenes europeos y se implica en ellos hasta 1972.

A partir de esta experiencia crea la comunidad Emaús de Laterina, cerca de Arezzo (Italia), junto con su mujer, Margit, una danesa a la que conoció en los campos de jóvenes.

Persona de acción y de convicciones, en 1971 se implica con el Abbé Pierre en la puesta en marcha de un hermanamiento de cooperación entre Italia y Bangladesh y, más tarde, Burkina Faso.

Tras ser elegido vicepresidente de Emaús Internacional en 1981, en 1986 se convierte en presidente y refuerza la dimensión política en las asambleas regionales. Se involucra personalmente e implica al movimiento en diversas causas internacionales: el apoyo a la campaña por la renovación democrática de Benín, en 1990, la constitución del “Comité de Países del Este”, tras la caída del Muro de Berlín, para coordinar el apoyo de los grupos Emaús de Europa Occidental a los países del antiguo bloque soviético o la creación de un “Comité de Bosnia” para coordinar la ayuda de los grupos Emaús de Italia y Francia en la antigua Yugoslavia.

Franco Bettoli “internacionaliza” las instancias de Emaús Internacional al organizar en 1983 la primera Comisión Administrativa fuera de Europa, en Lima (Perú), e implica en la toma de decisiones a los países destinatarios de las actividades de solidaridad.

En 1994 plantea la idea de revisar los estatutos de Emaús Internacional para dotarles de una visión más colectiva y más política, una revisión parcialmente plasmada en la reforma de 2003.

En su paso por Emaús Internacional fue capaz de «seducir, interpelar e incitar a salir de uno mismo» y dio «ejemplo de equilibrio entre la reflexión y la acción» (palabras de Jean Rousseau durante el funeral de Franco Bettoli, el 8 de abril de 2008).

Una noche, en Cambridge (Reino Unido), mientras que unos voluntarios reparten sopa a los hombres de la calle, alguien grita: «¡No necesitamos alimentos, sino trabajo!».

Uno de estos voluntarios, Selwyn Image, se acuerda de repente los años sesenta y de su estancia de varios meses como voluntario en la comunidad Emaús de Neuilly-Plaisance (Francia).

Decide ponerse en contacto con Emaús Internacional y pone en marcha la primera comunidad de traperos en Cambridge.

El italiano Renzo Fior, cuarto presidente de Emaús Internacional, llega al movimiento como responsable de la comunidad de Verona (Italia), en 1976.

Tras abrir la comunidad de Villafranca en 1985, progresivamente va asumiendo responsabilidades en el movimiento Emaús, primero a escala nacional, más tarde europea y por último internacional, al ser elegido presidente en la Asamblea General de 1999.

Es reelegido en 2003 y, durante sus dos mandatos, lleva a cabo la revisión de los estatutos de Emaús Internacional y la reorganización en cuatro nuevas regiones, que definen el ámbito y las responsabilidades de cada nivel.

Dejó huella por su capacidad de escucha, su paciencia y su sentido de la humanidad, así como su preocupación por conseguir la participación más amplia posible, especialmente en el Consejo de Administración. Firmaba sus textos con estas palabras: «Paz, alegría y coraje».

Cuando tenía 13 años sobrevivió a la masacre de los hombres de su poblado perpetrada por el ejército pakistaní durante la Guerra de Liberación de Bangladesh, en 1971. «Creí que Dios me había salvado para que ayudara a las mujeres que sobrevivieron a la masacre», pensó entonces.

Empieza su acción social con la asociación Thanapara (fundada por el grupo Swallows de Suecia y actualmente miembro de Emaús Internacional) y va asumiendo cada vez más responsabilidades hasta convertirse en su director en 2001.

Raihan desarrolla las relaciones de solidaridad internacional (financiación y exportación de productos artesanales a Europa y Japón en el marco del comercio justo), garantiza un salario decente a varios centenares de personas, lleva a cabo un programa de microcréditos y promueve los derechos de las mujeres.

Su grupo está muy implicado en la lucha contra la contaminación del agua por el arsénico y en la formación sobre agricultura ecológica. Raihan siembra esperanza en su poblado inventando cada día una microsociedad más justa.

El actual presidente de Emaús Internacional, Jean Rousseau, tiene ya una larga “carrera” en Emaús a sus espaldas cuando, en 2007, se presenta como candidato a este puesto.

A pesar de su formación comercial, en seguida reorienta su trayectoria hacia lo que de verdad le importa, convirtiéndose en responsable de una comunidad Emaús en 1980. Poco a poco se va implicando más allá de la comunidad de Angers, como miembro de la ejecutiva de la Unión Central de Comunidades Emaús de Francia y, posteriormente, entre 1996 y 2002, como presidente de Emaús Francia, periodo durante el cual inicia la reforma de Emaús Francia y el agrupamiento de las comunidades francesas.

Debido a este cargo es también miembro de la Comisión Administrativa de Emaús Internacional y, como tal, participa en las reuniones internacionales, en la redacción de “Compromisos solidarios” y en las propuestas de modificación de los estatutos de Emaús Internacional, entre 1999 y 2002.

Ser delegado del movimiento es para él «una forma de servicio y de compromiso» y constituye una oportunidad para «llevar la experiencia cotidiana a los grupos de trabajo y a los lugares donde se toman las decisiones».

Su mandato está marcado por la necesidad de “continuar” tras la muerte del fundador, difundir su pensamiento y, sobre todo, unir a los grupos Emaús en torno a los valores expresados en los textos fundamentales. Tiene la responsabilidad de poner en práctica los cinco ejes políticos prioritarios aprobados desde 2003, implicar a los grupos en su desarrollo y profundizar en la descentralización y la organización que se derivan de la reforma de los estatutos.

Trabaja a todas horas y viaja por todos los continentes para conocer la diversidad y la riqueza de Emaús, todo ello sin dejar de ser uno de los responsables de la comunidad de Angers.