Emmaus International


Presentes en 37 países de todo el mundo - 20 de los cuales en Europa, condenan con firmeza la reacción de la Unión Europea que pretende impedir la entrada en Grecia a las personas solicitantes de asilo y exiliadas, vulnerando así de manera flagrante sus obligaciones en materia de derecho europeo e internacional. La libertad de circulación y el derecho de asilo son pilares de la paz y la estabilidad y deben defenderse como tales.


Desde hace más de 70 años, el movimiento Emaús demuestra que las políticas de acogida digna son posibles, incluso con medios limitados. Los grupos y las comunidades Emaús del mundo son prueba de ello diariamente. Nuestras acciones también lo demuestran: las políticas de acogida tienen un impacto positivo y virtuoso cuando se construyen y aplican de manera coherente. La alianza entre la sociedad civil y las autoridades municipales que el movimiento Emaús y sus colaboradores fomentan es la muestra de que un enfoque de este tipo también puede ser atractivo para las autoridades locales.

Se apunta erróneamente a la movilidad de las personas como fuente de peligro, en detrimento del derecho a salir de cualquier país y del derecho de asilo. Este tipo de discursos desvían la atención de las verdaderas fuentes de peligro e inestabilidad regional: la guerra en Siria y la militarización de las fronteras.

¡Sin concesiones con el derecho al asilo! ¡Activen la Directiva relativa a la Protección Temporal! La UE tiene la obligación moral y política de proteger a las personas exiliadas.

La situación en la frontera greco-turca es la consecuencia directa del cinismo de la UE, que externaliza sus políticas migratorias y de gestión de fronteras sin cesar y por todos los medios, incluso a Estados con regímenes autoritarios. Ayer, en la declaración conjunta del Consejo de Ministros y Asuntos de Interior de la Unión Europea, ¡ni una palabra sobre el derecho de asilo! Sin embargo, existen mecanismos legislativos para proteger a las personas refugiadas que se encuentran en una situación como la actual: concretamente, la Directiva de 2001 relativa a la Protección Temporal, que los Estados miembros deben activar lo antes posible.

Los grupos Emaús del mundo entero hacen todo lo que está en sus manos para acoger a las personas que sus Estados ya no acogen o incluso rechazan. La UE no puede volver a fallar a las personas solicitantes de asilo y exiliadas, como lo hizo en 2015. ¡Exigimos solidaridad por encima de las fronteras y en Europa!


Foto © TCF-Telecentre Foundation