Emmaus International


A través de una serie de entrevistas, Emaús Internacional quiere compartir la visión de sus miembros sobre la pandemia de Covid-19 y sus impactos en todo el movimiento. Le damos la palabra a Carina Aaltonen, Presidenta de Emaús Europa, quien nos habla de la organización de las comunidades de vida de Emaús durante el confinamiento, el impacto económico que esta crisis tiene sobre las mismas, pero también de los dispositivos de solidaridad del movimiento, principalmente en Europa.

3

Los grupos Emaús de Europa viven principalmente de la recogida y venta de objetos de segunda mano, una actividad que se ha parado en todos los países. ¿Qué impacto económico tendrá esta crisis en los grupos Emaús?

La situación es muy difícil para todos los grupos Emaús de Europa. Para muchos grupos se trata de su supervivencia, mientras que otros tienen algunos ahorros que podrían durarles unos pocos meses. En algunos países europeos, el estado paga una parte de los sueldos del personal en caso de cese temporal de actividades. Esta medida mitigará la situación financiera de muchos grupos. En las comunidades donde los compañeros no pueden acceder a este tipo de ayuda estatal y las actividades se han parado, hay muy pocos ingresos o ninguno y la situación es muy estresante.

En Emaús estamos acostumbrado a resolver situaciones de crisis de vez en cuando y creo que esta vez también lo vamos a lograr. Depende de cuánto dure esta crisis. Somos más resistentes que muchas otras organizaciones de la sociedad. Estoy convencida de que nos recuperaremos y saldremos adelante, aunque podría llevarnos algún tiempo, según el país europeo del que se trate. Somos supervivientes y estamos acostumbrados a gestionar recursos limitados.

La mayoría de los grupos Emaús de Europa también son comunidades de vida. ¿Cómo se organizan las comunidades durante el confinamiento?

Casi la mitad de los grupos miembros de Europa son comunidades de vida. En algunos grupos, los compañeros están aprovechando este periodo de confinamiento para fabricar mascarillas, batas de protección o para distribuir alimentos a la gente sin hogar. Algunos han empezado a pintar, a renovar y a limpiar sus locales. La solidaridad también se da entre los grupos y las comunidades, que se están ayudando en todos los aspectos, del económico al práctico. De alguna manera, la crisis nos acerca más y ojalá aprendamos nuevas maneras de trabajar en los tiempos posteriores al coronavirus.

La mayoría de la gente está bien, hay muy pocos casos de covid-19 en las comunidades. Un gran problema es la preocupación por el dinero y la supervivencia de las comunidades. Los compañeros se están aburriendo de estar encerrados en la comunidad. De ello se deriva un riesgo creciente de adicción y problemas de salud mental.

Actualmente se están desarrollando varios dispositivos de solidaridad a nivel nacional, sobre todo en Europa, donde aún existe esta posibilidad. ¿Qué hacer para desarrollar la solidaridad internacional dentro del movimiento Emaús y qué podría hacer Emaús Europa en este sentido?

La solidaridad es el ADN del movimiento Emaús. Durante y después de esta crisis mundial necesitaremos solidaridad más que nunca, a nivel nacional, regional e internacional. Para la mayoría de los grupos de Europa, el confinamiento ha sido un choque, ha llegado de la noche a la mañana. A mediados de abril todavía estamos trabajando duro para asegurar las actividades y las finanzas de los grupos europeos, pero aún no somos capaces de ver la luz al final del túnel. Algunas organizaciones nacionales ya han empezado a recaudar fondos para los grupos de sus países, porque es muy importante para el futuro de nuestra solidaridad internacional. Para los grupos de países sin organización nacional y para los grupos de las demás regiones, necesitamos lanzar un llamamiento a la solidaridad. Emaús Europa asumirá un papel activo en esta tarea, junto a Emaús Internacional, y estamos en contacto con los grupos de las regiones para poder dar seguimiento a las solicitudes y poner en marcha acciones solidarias.