Emmaus International

Hace poco, la hermana Hatsuki Murakami nos ha dejado. Era la figura que representaba el movimiento Emaús en Japón, donde llevó a cabo acciones en Tokio tras más de cuatro años de inmersión en campamentos internacionales de jóvenes y en comunidades Emaús de Francia, hasta 1977. Numerosas personas del movimiento la conocieron y la recuerdan con cariño. Descubra su historia.

Sœur Hatsuki

En 1973, la hermana Hatsuki descubre Emaús gracias a un voluntario francés enviado a Japón por el Abbé Pierre, a quien ella le da clases de japonés. Llevaba varios años trabajando en la guardería fundada por las Misiones Extranjeras de París en un barrio de chabolas de la periferia de Osaka y, después de dicho encuentro, viaja a Francia para descubrir el funcionamiento de las comunidades Emaús.

Después de pasar por Blois, va a visitar a varias comunidades del país: Montpellier, Nîmes, Toulouse y muchas otras, para participar en la organización de los campamentos internacionales de jóvenes en estas ciudades, que reúnen a miles de jóvenes de todo el mundo y, en especial, de Japón. Vivió casi dos años en la comunidad de Burdeos, donde trabajó con los compañeros y con la asociación ecuménica «Stop à la misère» (Alto a la pobreza) y participaba en actividades con personas sin hogar. 

Fue el padre Robert Vallade, misionario francés que fue a desarrollar las comunidades en Japón (en Kobe, Osaka, Tokio y Maebashi), quien apeló a Hatsuki en 1977, cuando ella aún vivía en Francia, para que lo ayudase con su misión y fundar la comunidad Emaús de Tokio. De regreso a su país, dedicará toda su energía a las comunidades y a los compañeros de Emaús. Le gustaba recordar que «somos muy pequeños, pero en la sociedad podemos ser como esa piedrecita en el zapato que obliga a detenerse y mirar las cosas de cerca».