Ludovic es compañero de Emaús Périgueux (Francia) desde hace 3 años. Indignado por las políticas migratorias actuales, cruzará el estrecho de Gibraltar en piragüa a principios de septiembre, junto con otros miembros de Emaús, en defensa del Artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
¿Cómo surgió la idea de cruzar el estrecho?
Recuerdo una reunión en la comunidad donde hablamos de organizar una acción fuerte para llamar la atención sobre todas las muertes del Mediterráneo. Alain y Maria, en ese momento responsables de la comunidad Emaús de Saint-Etienne, habían cruzado el estrecho a nado y en piragüa en 2015 y, aunque los tomaron por locos al principio, funcionó bien.
Pensamos que sería buena idea volver a lanzar esta acción, dándole una mayor envergadura y permitiendo que se impliquen los grupos Emaús.
Organizamos un fin de semana de entrenamiento en Dordoña y, después, una serie de entrenamientos en los que se implicaron poco a poco las comunidades, enviando participantes o mediante apoyo moral y económico.
¿Qué te motiva a participar?
Tengo muchos amigos migrantes en la comunidad y cuando cuentan su viaje resulta duro escucharles. Nos damos cuenta de que nuestros valores republicanos más destacados no se aplican realmente y que estamos cada vez más encerrados en nosotros mismos...
Es escandaloso que seamos capaces de aceptar que la gente muera en semejantes condiciones, solo porque "está lejos" o "así no vendrán a nuestro país...". Sin mencionar la supresión de las fronteras o de los controles, vivimos en un mundo que debería ser mucho más abierto, donde deberíamos poder circular mucho más fácilmente. La desigualdad que existe entre un francés que puede viajar a muchísimos países y, por ejemplo, un africano, no es normal. Lo mismo ocurre entre América del Norte y del Sur y, en general, entre los estados ricos y pobres.
¿Te habías implicado ya en un proyecto de este tipo?
Cuando llegué a la comunidad, enseguida me animaron a aprender. Se nos brindan muchas posibilidades, pero es la primera vez que me implico en un proyecto tan importante.
No soy un gran nadador, no me gusta el mar, tengo miedo de caerme al mar... pero esta travesía no la hago por mí. Es un tema que me importa de verdad.
¿Cómo te preparaste físicamente y/o mentalmente?
He entrenado varias veces en piragua, recorriendo distancias largas. Pero realmente el trabajo más complicado es el de los nadadores. Nuestro papel es sobre todo acompañarles. El reto de los piragüistas es más mental que físico: ¡vamos a pasar casi 5h sentados en la piragua!
¿Este proyecto es un impulso para la comunidad?
Somos 4 personas de la comunidad las que realizamos esta travesía en piragüa. Los dos responsables, otro compañero y yo. Y nuestro proyecto realmente une a la comunidad. Hemos tenido grandes debates sobre el porqué de esta travesía, pero ahora hay unanimidad con respecto a su utilidad. Nos ha aportado un nuevo diálogo. Los compañeros se interesan cada vez más en lo que hacemos y vamos a hacer. Todo el mundo ha empezado a entrar en Facebook y en el blog Artículo 13 y nos van a seguir en tiempo real el día de la travesía. Incluso las personas que no participan directamente en este proyecto se sienten implicadas. Es algo palpable y eso nos permite implicarnos de manera concreta. Hasta los clientes nos animan y nos felicitan. Esto demuestra también que en Francia no solo hay idiotas y que algunos son tan solidarios como nosotros en la comunidad.
¿Qué impacto esperas después de esta travesía?
El cruce del Estrecho de Gibraltar solo es una etapa. Aún no está claro qué pasará después, pero habrá sin duda una continuación. El objetivo es abrir el diálogo sobre este tema y combatir todos los mensajes de odio que dejan personas anónimas escondidas detrás de sus pantallas, que rehuyen el diálogo.
