Objetivo: denunciar la construcción y el refuerzo del «muro de la vergüenza» de Calais, en el marco del Día Internacional del Migrante. Con la concentración, los manifestantes llamaron la atención de las autoridades acerca de las condiciones insostenibles en las que viven los migrantes y la falta de una respuesta adecuada por parte de las mismas, a pesar de que las asociaciones locales de solidaridad llevan meses haciendo sonar la señal de alarma.
«Lo que necesitamos hoy en día son actos», reclama Jean Rousseau, presidente de Emaús Internacional. «Después de todos estos años en los que nuestros Gobiernos no han hecho nada, los ciudadanos son nuestra esperanza, pues son los únicos capaces de provocar los cambios necesarios».
Migrantes, miembros del movimiento Emaús, militantes de diversas asociaciones y ciudadanos de Calais también se concentraron para reafirmar su solidaridad con los migrantes y expresar su indignación ante la falta de una respuesta adaptada a las circunstancias por parte de los gobiernos.
El «muro de la vergüenza», una valla coronada de alambre de espino, rodea ahora el puerto de Calais. Actualmente se está reforzando esta barrera adicional para los migrantes que desean pasar al Reino Unido, una nueva prueba (si es que hacían falta nuevas pruebas) de que la política actual se basa excesivamente en la seguridad y que no respeta los derechos y las libertades de los migrantes.
Haciendo clic aquí se puede acceder al vídeo (únicamente en francés) que muestra cómo se desarrolló esta jornada de movilización.
