Patrick Atohoun, responsable de Emaús Pahou (Benín) y miembro del movimiento desde 1992, es el nuevo presidente de Emaús Internacional. Estos son sus proyectos para su mandato.
¿Cuál ha sido tu trayectoria dentro de Emaús?
Trabajé para el arzobispado de Cotonú, que creó Emaús Hêvié. Este grupo se incorporó a Emaús Internacional en 1992, y en 2003 se convirtió en Emaús Pahou, del que soy responsable. Ayudamos a jóvenes exreclusos o con problemas de drogas, desempleo o familias desestructuradas. Les acompañamos en su reinserción social y profesional, formándolos en agricultura, ganadería y piscicultura. Desde hace más de diez años también dirijo el proyecto local de Nokoué.
¿Qué te animó a convertirte en presidente?
Mi compromiso con mi grupo y con Nokoué me ha llevado a asumir responsabilidades en la región África, primero, y en los órganos de Emaús Internacional, después, como secretario y como vicepresidente. Ahora quiero dedicarme plenamente al movimiento, con la esperanza de aportarle tanto como él me ha aportado a mí. Hasta ahora todos los presidentes han sido europeos, así que un presidente «del Sur» puede ser un hermoso hito en nuestra historia. Demuestra que el movimiento ha madurado y que no considera a los grupos de otros continentes como meros «receptores» de solidaridad, sino como inspiradores, al mismo nivel que los demás. Debemos aprender los unos de los otros para trabajar en la misma dirección.
¿Qué proyectos tienes para Emaús?
Aplicar las resoluciones de la Asamblea Mundial. Espero que los delegados hagan suyas las decisiones y se impliquen personalmente en su labor, sin olvidar jamás el interés del movimiento. Además, hemos reorganizado la Secretaría Internacional de Emaús para aumentar su eficacia. Quiero que seamos un movimiento unido en torno a un reto común: mejorar la vida de las personas con las que trabajamos. Por último, deseo que todos compartamos y vivamos las luchas y los valores del Abbé Pierre, para que su «ayúdame a ayudar» cobre pleno sentido.
