El pasado 17 de octubre, Emaús Pointe Rouge, de Marsella, inauguró la «Pequeña Granja del Abbé Pierre», una finca que se acaba de rehabilitar y que ofrece a la comunidad diez nuevos alojamientos, dos de los cuales estarán reservados específicamente para familias de refugiados que huyan de la guerra.
Se invitó a todos los marselleses a acudir a la inauguración para que comprendieran la realidad de las migraciones y demostrarles que es posible acoger a estas personas, que ven cómo se violan sus derechos.
«Nuestro movimiento nació del encuentro entre una serie de seres humanos que habían tomado conciencia de su situación privilegiada y de su responsabilidad social ante la injusticia y otros que ya no encontraban sentido en sus vidas —recuerda Emaús Pointe Rouge—. Unos y otros decidieron unir sus voluntades y sus acciones para ayudarse mutuamente y apoyar a los que sufren».