Emmaus International

José Hounsa es el responsable del seguimiento de la explotación de las infraestructuras de abastecimiento de agua y saneamiento dentro del programa Nokoué, en Benín. En noviembre visitó varias comunidades de Emaús en Francia para conocer mejor el funcionamiento de estas asociaciones y la organización del trabajo de los compañeros.

Photo Jose 12dec2017

¿Cuál es el objetivo de tu viaje a Francia?

Soy responsable del seguimiento de la explotación de las infraestructuras de abastecimiento de agua y saneamiento en el lago Nokoué, así que tengo que coordinar el funcionamiento de nuestra asociación y comprobar que las instalaciones funcionan bien y se gestionan correctamente.
El objetivo de mi visita a Francia es entrar en contacto con los grupos Emaús de aquí para estudiar su organización y compararla con la de nuestra asociación en el lago Nokoué. Es posible que podamos reproducir en nuestro país algunas de sus buenas prácticas.

¿Qué has descubierto acerca del funcionamiento de las asociaciones Emaús de Francia?

He comprobado que trabajan de una forma bien organizada y muy seria.
También me ha llamado la atención el alto nivel de participación en la responsabilidad: pensaba que iba a encontrarme con jefes, con burócratas, pero, en realidad, aquí todo el mundo, independientemente de su estatus dentro de la asociación, se implica en el trabajo. Además, los responsables trabajan directamente sobre el terreno: a diferencia de lo que ocurre a veces en nuestro país, su cargo no los exime de participar de forma concreta en las actividades... En definitiva, veo que todos se esfuerzan al máximo a lo largo de todo el día: la gente trabaja de verdad al máximo durante ocho horas. ¡Hay actividad constantemente! 

¿Qué encuentros has tenido con los compañeros?

He trabajado con ellos, participando en multitud de actividades: la venta, la clasificación, la carga y la descarga. También hemos ido por la ciudad recogiendo muebles.
Gracias a estos encuentros, me he dado cuenta de que tenemos mucho en común: para empezar, el amor por el trabajo y las ganas de dedicarnos plenamente a él. ¡Tanto en las comunidades como en el lago Nokoué no escatimamos horas ni esfuerzo!
También compartimos la experiencia de que quienes en el pasado fueron personas excluidas hoy en día, y gracias a la ayuda de Emaús, ya no se sienten marginados. Es algo que también hemos vivido en el lago Nokoué: cuando éramos excluidos y no teníamos acceso a agua potable ni a saneamiento, Emaús Internacional nos apoyó para que recuperáramos nuestros derechos, especialmente el derecho al agua. Todo esto hace que me sienta verdaderamente identificado con la dinámica de Emaús.

¿Qué tipo de solidaridad has visto?

¡La solidaridad está en todas partes! ¡Se palpa realmente!
Se ve entre los compañeros, entre los responsables y entre los compañeros y los responsables. Sin solidaridad, no es posible trabajar. De hecho, el nombre oficial del programa Nokoué es PCSEN, siglas en francés de Programa de Ciudadanos Solidarios por el Acceso al Agua en Nokoué. Sin embargo, a veces se echa en falta esa solidaridad entre ciudadanos. Cuando vuelva a Benín, me gustaría conseguir que se reconozca la importancia de esta solidaridad. Eso sí, soy consciente de que cualquier cambio requiere tiempo. Creo que este cambio de actitud y la adopción de buenas prácticas necesitarán un ejercicio de «hacer hacer», es decir, encargar a las personas que realicen tareas en un plazo determinado, lograr que sean responsables y autónomas en su trabajo y llevar a cabo un seguimiento de los resultados.

¿Con qué aspecto te quedas de esta visita?

Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Creo que Emaús Internacional ha acertado al proponerme este viaje a Francia para que conociera mejor cómo funcionan aquí las asociaciones.
El programa Nokoué se ha financiado en gran parte gracias a las contribuciones de las asociaciones Emaús de todo el mundo, así que me siento encantado de poder ver de dónde ha salido esta financiación. Aunque sean pocos los compañeros que han tenido la oportunidad de viajar a Benín para comprobar sobre el terreno los logros del programa Nokoué, todos ellos han recibido información al respecto, y muchos han trabajado para generar recursos destinados a este programa.
He visto que los compañeros fueron en el pasado personas excluidas que ayudaban a otros excluidos y que pusieron su fuerza, su trabajo y su inteligencia al servicio del proyecto de Nokoué.

Todo esto hace que me sienta aún más responsable y que tenga más ganas de contribuir a que nuestra asociación local avance cada día un poco más.


Para más información sobre el programa Nokoué