Emmaus International

 

Emaús Internacional acaba de lanzar un llamamiento a la solidaridad de todos sus miembros, para acudir en ayuda de las poblaciones rohingyas víctimas de persecuciones en Birmania.

Las gravísimas violencias perpetradas estos últimos meses por el ejército birmano y las milicias extremistas budistas contra la minoría rohingya han obligado a cientos de miles de personas a huir a Bangladesh, el país vecino. A día de hoy, 700 000 personas exiliadas se hacinan en la frontera que separa los dos países, en condiciones intolerables.

Frente a esta tragedia, Emaús Internacional quiere enviar un llamamiento para solicitar la solidaridad de todo el movimiento. Las asociaciones bangladesíes Thanapara Swallows y Pollyunnon Prokolpo, miembros de Emaús Internacional, enviaron en los últimos meses a varias personas al este del país para evaluar la situación de las personas exiliadas en estos campamentos improvisados. Las acompañaron en este proceso la asociación Gono Shastho Kendro (GSK), que trabaja desde hace varios años en estos campos de refugiados poniendo en marcha acciones de distribución de comida, construcción de viviendas y proyectos de acceso al agua potable y al saneamiento.

Las visitas realizadas a los campos de refugiados han permitido a Emaús Internacional y a GSK establecer una prioridad: distribuir alimentos enriquecidos a mujeres embarazadas y que amamantan, a niños y a personas mayores. Cada familia recibe 1 kg de comida al día, pero es insuficiente. Con la solidaridad de nuestro movimiento se podría poner en marcha un programa de nutrición para 2 000 personas durante 6 meses, en tres campamentos donde ya opera GSK: Putibonia, Balukhali y Kutupalong. La ayuda de los grupos miembro de Emaús Internacional permitiría a esta asociación comprar los ingredientes necesarios para producir ellos mismos alimentos enriquecidos y distribuirlos a las personas exiliadas más vulnerables.

Emaús Internacional defiende el acceso de todas y todos a los derechos fundamentales y apoya esta acción sobre el terreno, que nace de la solidaridad de los miembros del movimiento para satisfacer las necesidades esenciales de supervivencia de 2000 personas.

Como defensores de la libre circulación de las personas y del acceso a una ciudadanía universal, denunciamos con firmeza el estatus de apátridas impuesto a las personas rohingyas por el régimen birmano, que les deniega sus derechos fundamentales.

Leer el llamamiento de la región Asia aquí.

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