Emmaus International

Con motivo de la jornada mundial de las personas refugiadas, Emaús Internacional denuncia las graves violaciones de derechos de las personas refugiadas, que la crisis sanitaria ha agravado. Nuestra organización recuerda su compromiso con la acogida incondicional y digna, así como la obligación de los Estados de otorgar protección y acoger a las personas refugiadas.

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Desde hace varias semanas, la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto e incluso ha reforzado la extrema precariedad a la que se ven sometidas las personas refugiadas, apátridas y desplazadas internas. El confinamiento y las medidas de distanciamiento físico o de higiene han chocado inmediatamente con la amarga realidad de decenas de millones de personas a quienes se les niega el derecho de residencia y de un estatuto administrativo, que permitiría, entre otras cosas, acceder a la asistencia médica y a una vivienda. Las medidas de aislamiento sanitario adoptadas en estos últimos meses han provocado la marginación de hombres, mujeres y niños desplazados, desarraigados y sin recursos.

A la falta de protección sanitaria se han sumado los discursos que estigmatizan e incluso asocian a las personas refugiadas a vectores de riesgo, potenciando así los estallidos de violencias racistas y las discriminaciones. La situación excepcional en la que nos encontramos y las medidas tomadas para contener la pandemia ¡no deben justificar el retroceso de los derechos de las personas refugiadas!

Emaús Internacional, con presencia en 41 países, constata diariamente hasta qué punto se ha instrumentalizado la lucha contra la Covid19 con fines de control y de restricción de las libertades fundamentales: internamiento de refugiados/as rohinyás en una isla inundable de Bangladesh [1], restricción de la circulación y agravación del riesgo de contaminación para las personas desplazadas internas abandonadas a su suerte y sin recursos en Colombia o en Burkina Faso, confinamiento reforzado únicamente para las personas exiliadas en campamentos con condiciones sanitarias desastrosas en el territorio griego [2]… Los ejemplos no faltan.

Desde el inicio de esta crisis, numerosas asociaciones e instituciones han alzado su voz para recordar a los Estados que no pueden olvidarse de las personas vulnerables en su gestión de la pandemia. Como de costumbre, ante la inacción de numerosos países, es la solidaridad activa de las poblaciones locales y de las organizaciones de la sociedad civil, lo que ha permitido respetar los principios de dignidad, acceso a derechos económicos y sociales, y protección de los más vulnerables, especialmente de las personas refugiadas, en virtud del derecho internacional.

Con ocasión del día mundial de las personas refugiadas, y teniendo en cuenta su labor diaria para con las personas vulnerables, Emaús Internacional reafirma su compromiso con la acogida incondicional y la libertad de circulación, y recuerda que es urgente que los Estados respeten el derecho internacional y cumplan con sus obligaciones de protección de las personas refugiadas.


[1] Comunicado de Emaús Asia en 2019 sobre la situación de los refugiados rohinyás en Asia
[2] Comunicado de Migreurop, de la que forma parte Emaús Europa, del 2 de abril 2020, sobre la situación de las personas exiliadas en los puntos calientes griegos

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