Emmaus International

Erivania Queiroz Santiago, presidenta de Emaús Amor e Justiça en Brasil y Delegada Nacional de su país, nos habla de la gestión de la pandemia por el presidente Jair Bolsonaro. Víctima de un auténtico fiasco sanitario, Brasil es el segundo país más afectado por el coronavirus.

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En medio de la pandemia provocada por la Covid-19, Brasil representa un escenario excepcional. Como si no fuera suficiente la gravedad de la enfermedad que se ha propagado ampliamente, el pueblo brasileño tiene que lidiar con la inestabilidad política del país, marcado por desigualdades sociales extremas. Estamos atravesando una pandemia en un contexto socioeconómico particular, con un presidente loco, insensible e incapaz de gobernar y de cuidar de una nación, que solo genera perjuicio a los brasileños, especialmente a los más vulnerables.

"Conduce el país como un coche descontrolado, a alta velocidad, poniendo la vida de todo el mundo en peligro."

Los casos de coronavirus empezaron a surgir en Brasil en el mes de marzo, al mismo tiempo que la oleada mundial de infectados por Covid-19. La OMS decretó que todas las naciones se unieran para combatir esta pandemia. El gobierno federal de Brasil se negó a seguir las recomendaciones y no dio importancia a la situación, entorpeciendo de esta manera la contención del nuevo coronavirus.

Mientras que el país atraviesa una crisis sanitaria y una crisis de gobierno, en la que el ministerio de salud ha cambiado dos veces de ministro en medio de la pandemia, y el exministro de justicia Sergio Moro pide exoneración del cargo por declarar que el presidente quería interferir en la Policía Federal para proteger a sus familiares y amigos, el presidente Jair Bolsonaro minimiza la pandemia e incluso llegó a declarar que solo se trata de una pequeña gripe. Hasta ahora, Brasil sigue sin ministro de salud.
Ya van más de 800 000 casos confirmados de infección por el virus y más de 40 000 muertos.

Además de la ausencia de un ministro de salud, el gobierno intentó manipular los datos sobre el número de casos de muertos e infectados por la covid-19, empañando así la transparencia de la cifra de fallecimientos. La invalidación de los datos interfiere en las actuaciones y medidas adoptadas para combatir el coronavirus.


Aparte de los ataques casi instantáneos contra los grandes medios de comunicación brasileños, que de momento están desempeñando el papel de comunicar los datos manipulados y actuar como frente sólido de crítica del gobierno, también se están produciendo manifestaciones en contra del Congreso Nacional y del Tribunal Federal Supremo, solicitando su cierre. 
Los simpatizantes de la dictadura militar del ’64 y los partidarios del gobierno no creen que estamos viviendo una enorme crisis sanitaria y que el país sufre actualmente.

Erivania Queiroz Santiago
Presidenta de Emaús Amor e Justiça en Brasil

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