El 24 de mayo de 1969 se celebraba la primera Asamblea Mundial de los grupos Emaús en el Parlamento Federal de Berna, Suiza, un evento fundador para Emaús Internacional gracias a la adopción del Manifiesto Universal. Exactamente 50 años más tarde, más de 180 representantes de Emaús Internacional de los 4 continentes se reunieron en el mismo lugar y, entre ellos, algunas figuras veteranas de Emaús Internacional presentes desde la primera Asamblea Mundial. Nuestra serie «Figuras destacadas del movimiento Emaús Internacional» da la palabra a las personas garantes de la memoria del movimiento, quienes, a través de su experiencia de vida, nos cuentan los inicios y la evolución de Emaús Internacional.
Efraín Olivera Lerena fue coordinador de la comunidad de Emaús Uruguay y delegado regional de Emaús Internacional. En la Asamblea General fundadora de 1969, en Berna, ya era compañero Emaús desde hacía seis años. Sus colegas y él no pudieron asistir al evento por falta de medios, pero un amigo cura de la comunidad los representó en Berna.
En esta entrevista, Efraín nos habla de los años difíciles que vivieron en Uruguay cuando empezó la dictadura en 1981 y de las luchas que su comunidad libraba a diario. «Nos habíamos comprometido con tres aspectos: vivir en comunidad de forma autónoma, ayudar a las personas más vulnerables y, por último, trabajar por algo “más grande”, contribuir a un cambio para acabar con la dictadura y restablecer la democracia».
Inspirándose en Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nóbel de la Paz por su lucha contra la dictadura en Argentina, Efraín decide crear el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) con ayuda de algunos compañeros. Sin embargo, ante esta iniciativa muy arriesgada, la decisión de participar de forma colectiva divide la comunidad. Efraín siguió trabajando en el Servicio Paz y Justicia mientras seguía implicado en Emaús. «Me parecía importante permanecer unidos para luchar contra nuestros eternos enemigos, como la pobreza, pero también para afrontar nuevos desafíos que no existían por entonces: por ejemplo, la globalización o el hecho de vivir en un mundo donde algunos fenómenos como el cambio climático o la migración afectan directamente a las personas más desfavorecidas», nos confiesa.
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