En línea con su lucha por la justicia social y medioambiental, Emaús Internacional participa desde hace años en distintas campañas de responsabilización de las multinacionales, preconizando la adopción de reglas vinculantes y reclamando que se refuten los acuerdos comerciales que tienen repercusiones nefastas para el clima y los derechos humanos. Hace poco nos movilizamos junto con otros colectivos y organizaciones de la sociedad civil para exigir que se renuncie al Tratado de la Carta de la Energía (TCE).
El TCE es un tratado internacional que permite a las empresas que explotan las energías fósiles denunciar a los Estados cuyos gobiernos adopten leyes climáticas opuestas a sus intereses. Para evitar que estas empresas los lleven ante los tribunales y tengan que pagarles indemnizaciones de miles de millones de euros, los Estados prefieren renunciar a las leyes en cuestión, lo cual supone un verdadero freno para la acción climática.
Ante un proyecto de modernización del tratado iniciado hace varios años, la coalición XXX de la que forma parte Emaús Internacional ha seguido exigiendo que se renuncie a este tratado, totalmente incompatible con los compromisos contraídos por los Estados en materia de protección climática a través del Acuerdo de París. Y este mes de octubre se ha obtenido una pequeña victoria, ya que España, Países Bajos y Francia se han retirado del tratado.
Esta es, sin lugar a dudas, una de las primeras veces en que se reconoce oficialmente que ciertas normas adoptadas en pro de la globalización son incompatibles con la lucha contra el calentamiento global, ¡lo cual representa es un resquicio importante!
No obstante, ¡tenemos que seguir movilizándonos! Muchos otros acuerdos comerciales siguen vigentes (p. ej. el firmado entre la UE y Mercosur) y amenazan la transición ecológica y el bienestar de la población.
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