Emmaus International

15 de junio de 2017 - El Ministro del Interior ha comunicado sus primeras intenciones en materia de política migratoria. Al respecto, lamentamos la falta de un compromiso imperativo con poner fin a la violencia policial hacia los migrantes y refugiados.

Tampoco se ha hecho ninguna mención con respecto al fin de la intimidación de los ciudadanos o de las asociaciones que intentan garantizar la acogida y la solidaridad para con estas personas sobre el terreno; dos prioridades que deben ponerse en marcha urgentemente para dar respuesta a las situaciones que prevalecen en París, en Calais, nuevamente, en la frontera franco-italiana, pero también en otras zonas de Francia.

La situación actual, sin embargo, lo demuestra claramente: la gestión represiva de la migración internacional y el incumplimiento del derecho al asilo, que prevalecen en la mayoría de países europeos y especialmente en Francia, representan un terrible fracaso. En primer lugar, porque las guerras, las violaciones de derechos humanos, la exacerbación de las desigualdades y las catástrofes climáticas obligan a un número irreductible de personas a emprender el camino del exilio, y ninguna fuerza de seguridad del mundo podrá impedir nunca a los jóvenes buscarse un futuro mejor, ni a las familias querer proteger a sus hijos. En segundo lugar, porque "detener el flujo de llegadas"- en palabras del ministro – es una mera ilusión y una mentira con un precio muy alto: miles de vidas perdidas cada año en el Mediterráneo o en las carreteras europeas, cientos de miles de euros malgastados anualmente, un sufrimiento humano insoportable, pero también territorios en tensión, voluntarios y ciudadanos conmocionados y agotados... Semejantes decisiones políticas dividen nuestros territorios, enfrentan a las personas y alimentan el rechazo mutuo y el repliegue identitario.  

Nosotros, miembros de asociaciones nacionales, colectivos de migrantes o ciudadanos unidos en iniciativas locales de solidaridad, formamos una gran parte de la "sociedad civil" organizada, que recorre diariamente el terreno para mitigar las carencias, la ceguera y la falta de humanidad de las políticas públicas. En estos últimos meses hemos visto decenas de miles de personas comprometidas en sus barrios o en sus pueblos, dando muestra de la humanidad más elemental: reconfortar y brindar dignidad a personas abrumadas por caminos de sufrimiento y peligro, que ven cómo las autoridades estatales les niegan simplemente sus derechos fundamentales.

Frente a este auténtico "estado de emergencia", llamamos a los responsables políticos y administrativos a plantear las preguntas adecuadas: ¿permite, acaso, nuestro concepto de justicia, que las personas solidarias sean hostigadas y juzgadas como delincuentes, o que se prohíban los repartos de alimentos por decreto municipal? ¿Son compatibles, acaso, los derechos fundamentales que queremos que se respeten en todo el mundo, con la detención de miles de personas cuyo único error es tener que buscarse la manera de sobrevivir y de construirse un futuro mejor ?

Nosotros, quienes construimos cada día una Francia solidaria y hospitalaria, instamos al Presidente de la República y al Primer Ministro a convocar urgentemente una conferencia con la participación de todas las partes implicadas, para elaborar políticas alternativas de acogida y acceso a los derechos, basadas en la solidaridad y la humanidad.

El llamamiento está disponible para ser firmado por organizaciones y movimientos  ciudadanos, en la dirección: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Ver la lista de los firmantes.