Para celebrar sus 40 años, Emaús Toulouse organizó una jornada dedicada a la transición ecológica y social. Benoît, responsable de la comunidad de Labarthe, nos cuenta cuáles son los compromisos de la comunidad con este tema.
¿Qué acciones realizáis a favor del medio ambiente?
Realizamos las actividades clásicas de las comunidades Emaús: clasificación, revalorización, reutilización y reventa. Pero nuestro compromiso con el medio ambiente es más amplio y figura incluso en nuestros estatutos. Por ejemplo, cuidamos nuestro consumo eléctrico, intentamos consumir fruta y verdura de productores locales y sin pesticidas, y estamos planteándonos también ofrecer viviendas con un bajo impacto medioambiental a los compañeros. Para cada acción, intentamos plantearnos la pregunta de si respeta al ser humano y al medio ambiente.
¿Emaús es un actor de transición ecológica y social?
Desde sus comienzos, Emaús actúa a favor del medio ambiente mediante su actividad de recogida de residuos. Nos confrontamos cada día con las consecuencias ecológicas y sociales de la obsolescencia programada y el consumo excesivo. Es, al mismo tiempo, lo que nos da de comer y aquello contra lo que luchamos. Desde luego, la autonomía financiera de Emaús se basa en el reciclaje y la reutilización, pero su originalidad consiste en devolver la dignidad a cada persona acogida, respetando el medio ambiente. No podemos separar las dos cosas.
¿Qué discurso debe tener Emaús?
Creo que debemos asumir nuestro papel de actores de transición social y ecológica y desarrollar un discurso político, porque tenemos algo que decir. Emaús es la prueba de que podemos desarrollar modelos que respeten tanto al ser humano como al medio ambiente.
Las comunidades deben seguir siendo lugares de vida, de proyectos, de innovación, abiertas al exterior e integradas en las redes asociativas locales.
