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Emaús Ornans (Francia)
En Ornans, en el este de Francia, a pesar del cierre de su tienda solidaria, el Comité de Amigos no se ha quedado de brazos cruzados. Gracias a la cooperación de Emaús Ornans y a la filial local de Restos du Coeur, la ciudad de Ornans sigue manteniendo y coordinando la ayuda mutua alimentaria en su territorio durante la crisis sanitaria. “Hemos puesto a disposición del ayuntamiento nuestras reservas alimentarias para la ayuda mutua. Igualmente, junto con los supermercados locales, realizamos cestas que el ayuntamiento distribuye después a las personas desfavorecidas, a gente con discapacidad o que no puede desplazarse, así como a enfermos de Covid-19 que están confinados”, nos explica el voluntario Marc Bianconi. Un hermoso ejemplo de colaboración entre asociaciones y autoridades locales, que permite mantener la ayuda a la población más frágil.
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Emaús Lublin (Polonia)
Emaús Lublin es una comunidad de vida y de trabajo situada en el este de Polonia. A pesar del cierre de su tienda y de su pizzería a mediados de marzo, la vida en cuarentena se organiza en la comunidad entre reparaciones, trabajos en el exterior y talleres de confección (carpintería, soldadura, etc.). Las 28 compañeras y compañeros de Lublin no olvidan a los más desfavorecidos. “Aportamos nuestra ayuda a la gente sin hogar y a las poblaciones más desfavorecidas de Lublin. Actualmente trabajamos en cooperación con el Centro de Voluntariado de la ciudad. Nuestra acción consiste en preparar platos calientes y sándwiches todos los días. Este trabajo lo realizan principalmente personas con discapacidad, acompañadas diariamente por nuestro grupo”, explica Zbigniew Drążkowski, presidente de la comunidad. |
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C.A.J.E.D.
(República Democrática del Congo)
El grupo CAJED (Concierto de Acciones para Jóvenes y Niños Desfavorecidos) ha convertido a la juventud de su país en su prioridad. Además de las numerosas acciones de educación, CAJED se encarga de identificar a los niños soldado y los acoge en su Centro de Tránsito y de Orientación (CTO), mientras localizan a sus familias para restablecer el contacto. “En este periodo crítico de coronavirus, el grupo da muestra de una hospitalidad excepcional para con los niños reclutados por las fuerzas y grupos armados, que actualmente están saliendo en masa de estas formaciones. En solamente 5 días a finales de marzo, CAJED identificó, certificó y sacó de grupos armados a 67 niños […]. Para respetar las medidas de distanciación, algunos niños fueron entregados a familias de acogida transitorias”, nos explica Faustin Busimba, miembro de la asociación. “Teniendo en cuenta las restricciones de circulación interprovinciales e interterritoriales, y para facilitar la reunificación familiar de estos niños, el grupo ha pedido y obtenido del gobernador provincial la autorización para organizar vuelos especiales a las zonas de origen de los niños”, añade. Por último, en el marco de las acciones preventivas, CAJED participa activamente a la sensibilización de la población (campaña desplegada en vehículos de motor), en colaboración con la División Provincial de la Salud y la de Asuntos Sociales. El grupo CAJED sigue comprometido y determinado a acudir en ayuda de quienes más sufren.
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Kudumbam (India)
Kudumbam, grupo del sur de la India, es un ferviente defensor de la agricultura sostenible y del medio ambiente. En su granja ecológica de Kolunji, los empleados y los agricultores que acuden para formarse cultivan variedades tradicionales de verduras y alimentos feculentos. Al mismo tiempo, el grupo gestiona un programa de microcréditos a través del Banco Nacional de Agricultura y Desarrollo Rural. Ante la crisis, Kudumbam ha escogido ayudar a las personas mayores, a las viudas, a las mujeres solas y a las personas con discapacidad que viven en su zona de actividad. Para ello, el grupo ha invitado a 1500 jefes de grupo del programa de microcrédito a identificar a las personas vulnerables de sus pueblos. Dichas personas reciben como ayuda productos alimenticios y verduras. Estos enseres, distribuidos semanalmente durante los tres próximos meses, proceden de prestatarios de Kudumbam que se han movilizados también y que tienen pequeñas tiendas y terrenos hortícolas. Por último, el personal de la granja de Kolunji distribuye diariamente verduras y huevos a personas mayores y a las viudas de los alrededores de la granja.
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Homeworkers Organized for More Employment (Estados Unidos)
Situado en el Estado de Maine, el grupo HOME (Homeworkers Organized for More Employment) se estaba preparando para celebrar su 50º aniversario en unos días. Desgraciadamente, la epidemia de coronavirus que azota de forma violenta los Estados Unidos ha decidido por ellos, forzando al grupo a parar gran parte de sus actividades. En situación normal, la comunidad de HOME está rebosante de vida. El grupo posee dos bazares y talleres de artesanía (tejido, cerámica, marroquinería y cristal). La venta en mercados de la fruta, la verdura y las especias que siembran en los terrenos de la comunidad representa una fuente de ingresos, gracias a la cual ofrecen soluciones a los problemas de vivienda de la región. El grupo aloja a personas en situación precaria para temporadas cortas y largas en sus 6 centros de acogida. Igualmente, permite a familias pobres acceder a la vivienda construyendo casas a bajo coste en terrenos propiedad común del grupo. HOME posee igualmente una guardería para los niños de los trabajadores de los talleres, ofrece cursos a compañeros (español, redacción, pintura, etc.), ayuda a los migrantes en sus trámites sociales y realiza donaciones de alimentos a asociaciones locales y a familias desfavorecidas.
Actualmente reina la prudencia en esta comunidad, que ha cerrado sus puertas al público y ha tenido que enviar a la mayoría de sus empleados a sus casas. Solamente se ha quedado abierto el refugio para personas sin hogar y se sigue realizando la distribución de alimentos. “HOME acostumbra diariamente a ayudar a numerosas personas, pero ahora hay muchas personas a quienes ya no podemos ayudar como antes debido a la situación actual. La situación es muy difícil para nosotros, pero debemos priorizar la ayuda a las familias de nuestro refugio para personas sin hogar. Debemos unirnos de todas las formas posibles para ser fuertes y ayudar a los más frágiles de nosotros. Si podemos ser fuertes para quienes no lo son, quizás podamos superar esta tempestad”, declara Rosalani Moore, Delegada Nacional de la organización de Estados Unidos. Nuestra fuerza reside en nuestro movimiento, no debemos perder la esperanza. ¡Se lo debemos a todas las personas que acompaña Emaús! |
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