Emmaus International

La pandemia del Covid-19 va a tener un impacto duradero en nuestro movimiento y en el mundo en general. En este periodo de crisis, Emaús Internacional Emaús Internacional quiere ayudaros a comprender las condiciones de vida actual de los grupos, de sus dificultades, así como de la vida en las comunidades, que sigue adelante a pesar de todo, y las acciones nuevas o existentes orientadas a las poblaciones más desfavorecidas, para no perder el hilo de nuestra razón de ser: servir primero a quienes más sufren. 

>> Encuentra nuestra posición general sobre la crisis actual

¡ Testimonios desde el terreno !

Aunque el trabajo va parándose poco a poco en los distintos países, los grupos Emaús se movilizan y la vida sigue en las comunidades. Siguen mirando en su entorno, para no dejar de lado a quienes más sufren.  Nacen o continúan iniciativas en todas partes, para garantizar la solidaridad del movimiento Emaús. A continuación, algunos ejemplos de nuestros grupos de todo el mundo:

 

Emaús North East  (Reino Unido) 

Emaús North East es una de las 29 comunidades del Reino Unido y una organización benéfica que facilita una vivienda y un trabajo digno a hasta 15 personas antiguamente sin hogar, que trabajan junto con voluntarios locales en las tiendas Emaús de Hebburn y Low Fell, en el noreste de Inglaterra.

A pesar de haber cerrado sus tiendas, Emaús North East sigue abriendo las puertas de su supermercado social, llamado Lucie’s Pantry (‘la bodega de Lucie’) en honor a Lucie Coutaz. Abierto en octubre de 2019, Lucie’s Pantry suministra alimentos y artículos para el hogar a familias locales que tienen dificultades económicas debido a deudas, a alguna enfermedad o a un nivel bajo de ingresos. Gracias a las generosas donaciones de gente y organizaciones locales, Emaús North East puede seguir manteniendo abierto este servicio y suministrar artículos de primera necesidad a quienes más lo necesitan durante la crisis actual.

 

V.C.D.S.  (India) 

El grupo Emaús Village Community Development Society (VCDS), situado en el sureste de la India, trabaja en los ámbitos de la educación, el desarrollo de competencias, la agricultura, la formación y la sensibilización de la población en materia de protección de las mujeres y de la infancia. Cuenta con 18 escuelas vespertinas a las que acuden unos 900 niños de 30 pueblos para estudiar y trabajar en la agricultura, en la protección de las mujeres y de la infancia, etc.

“Ahora mismo, tras el confinamiento por pandemia, estamos trabajando junto con la administración para concienciar en materia de higiene personal, distanciamiento social y aislamiento. También hemos puesto nuestro edificio a disposición para organizar hospitales de campaña y centros de cuarentena. Igualmente, hemos ofrecido nuestros locales para organizar cocinas comunitarias. Hemos distribuido paquetes de alimentos a 75 familias gitanas y personas sin hogar. También hemos distribuido mascarillas a trabajadores de los centros gubernamentales de almacenamiento de cereales”, declara Josephine Pavithra, jefa de programa de V.C.D.S.
 

Emaús Lunda  (Angola

Emaús Lunda, situado en Angola, país del suroeste de África, es miembro de Emaús Internacional desde hace 5 años. La asociación lucha contra el SIDA y milita para que el gobierno angolano garantice la cobertura gratuita del tratamiento antiviral para las personas con VIH. Además, ofrece formaciones en corte y costura a 40 mujeres y dispone de una escuela para permitir el acceso a la educación a las personas más vulnerables.

Hasta hoy, Angola se ha visto relativamente poco afectada por la pandemia del covid-19, con 19 casos confirmados y 2 fallecimientos. Estas cifras —muy bajas, comparadas con las de otros países africanos, no han impedido a las autoridades gubernamentales a tomar medidas restrictivas para frenar la propagación del virus dentro de sus fronteras: se ha decretado el estado de emergencia y se ha prolongado el confinamiento obligatorio hasta el 25 de abril. Aunque Saurimo, la localidad donde se encuentra Emaús Lunda, no registra ningún caso hasta ahora, se han suspendido todas las actividades del grupo. Ante esta situación, los miembros de Emaús dan muestra de solidaridad a pesar del confinamiento, al igual que la responsable del centro de formación en corte y costura, que fabrica desde su casa mascarillas de tela para las personas que no pueden comprárselas.

Fundación Cuna Nazareth  (Peru) 

La educación es la actividad principal de la Fundación Cuna Nazareth situada en Lima, capital de Perú. Desde su creación hace más de 50 años, la fundación acoge en su escuela a 130 niños de 1 a 5 años de edad, procedentes de familias sin recursos o monoparentales. Además de los cursos de enseñanza tradicional y las actividades extraescolares, se proporcionan tres almuerzos al día a cada niño. Para mejorar las condiciones de aprendizaje, se ha creado un servicio de acompañamiento psicológico, así como un servicio social para los padres, que, además, participan activamente en la vida de la escuela.  Por otro lado, desde 2007, la Fundación ha abierto un bazar recogiendo materiales en las calles de Lima.

Tras la declaración del estado de emergencia y del toque de queda en vigor, impuesto en periodo de crisis sanitaria, la Fundación Cuna Nazareth se vio obligada a cerrar las puertas de su institución y de su bazar. Desde entonces, su primera misión ha sido la de mostrarse solidaria, distribuyendo a las familias que acompaña normalmente los alimentos de la escuela, previstos inicialmente para los niños. Después, la Fundación Cuna Nazareth estudió las situaciones de vida de algunas familias y de los compañeros que de momento no reciben ningún salario. Ante esta situación, la Fundación acordó distribuir una ayuda alimentaria en forma de arroz, azúcar y harina, los únicos víveres de los que disponen en sus reservas.

Librería de Emaús de Prato  (Italia) 

En Italia, las medidas de confinamiento de la población se han alargado hasta principios de mayo. No obstante, el gobierno ha relajado algunas restricciones, autorizando en concreto a las librerías a volver a abrir sus puertas desde la semana pasada. En el centro histórico de la ciudad de Prato, cerca de Florencia, Marie Balseca, responsable de la librería Emaús Prato, ha retomado el servicio. En este lugar de cultura y encuentro, abierto desde 2012, trabajan normalmente un responsable y una decena de voluntarios. ”Al inicio del proyecto se trataba de dar visibilidad, en pleno centro de la ciudad, a los tesoros de libros de las comunidades de Emaús Prato (libros poco comunes, valiosos, de coleccionistas)”,  explica Marie Balseca. “Con los años, el proyecto ha evolucionado, ya que hoy vendemos todo tipo de libros. Nuestra clientela también es muy variada: las personas mayores que vienen para conversar frecuentan diariamente a los jóvenes estudiantes del instituto literario de Prato. Esta librería también es un lugar de sensibilización cultural y política: organizamos presentaciones de autores, veladas temáticas, pero también ciclos de conferencias sobre las discriminaciones —sobre todo por razones de religión, en colaboración con el ayuntamiento y la biblioteca municipal”, especifica la responsable de la librería. “Gracias a la venta de los libros, la librería puede autofinanciarse y organizar una forma local y directa de solidaridad, ayudando económicamente a familias sin acceso a la educación, que no tienen los medios para comprar los manuales escolares para sus hijos o para pagar excursiones escolares o culturales. Igualmente, cada año se crea un fondo de emergencia, lo cual ha permitido a la librería no padecer las consecuencias económicas del confinamiento y de su cierre”, añade.

Durante el periodo de cierre, la librería Emaús Prato ha duplicado su ingenio para trasladar la cultura a las casas de los habitantes confinados. “Al estar situados en una calle del centro de la ciudad, al lado de una pescadería, una carnicería y una tienda de frutería, hemos instalado cestas llenas de libros al lado de estas tiendas, para las personas que hacen sus compras allí.  A principios de abril también empezamos a organizar entregas de libros a domicilio”, explica Marie Balseca. La reapertura de las librerías también es un simbolo potente, en su opinión, porque solamente las farmacias y las tiendas de alimentos estaban abiertas hasta ahora. “De alguna manera, esto significa que los libros también son un alimento para el espíritu, una medicina. Esto amplía el abanico de actividades durante el confinamiento y permite pensar en otra cosa que en el Covid-19”, declara. ¡Los italianos dan un primer paso hacia el desconfinamiento!