Emmaus International

La pandemia del Covid-19 va a tener un impacto duradero en nuestro movimiento y en el mundo en general. En este periodo de crisis, Emaús Internacional Emaús Internacional quiere ayudaros a comprender las condiciones de vida actual de los grupos, de sus dificultades, así como de la vida en las comunidades, que sigue adelante a pesar de todo, y las acciones nuevas o existentes orientadas a las poblaciones más desfavorecidas, para no perder el hilo de nuestra razón de ser: servir primero a quienes más sufren. 

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¡ Testimonios desde el terreno !

Aunque el trabajo va parándose poco a poco en los distintos países, los grupos Emaús se movilizan y la vida sigue en las comunidades. Siguen mirando en su entorno, para no dejar de lado a quienes más sufren.  Nacen o continúan iniciativas en todas partes, para garantizar la solidaridad del movimiento Emaús. A continuación, algunos ejemplos de nuestros grupos de todo el mundo:

 

Emaús San Sebastian  (España

Preocupados por el medio ambiente y el empleo solidario, Emaús San Sebastían, a través de #sindesperdicio —su marca de moda social y solidaria—, fabrica desde el inicio del confinamiento mascarillas circulares y reutilizables. En el mes de abril, el grupo explicó en su página de Facebook la peculiar historia de sus mascarillas: "Porque tratamos de evitar el plástico siempre que sea posible, las que veis están hechas a partir de telas en liquidación de la campaña ‘Del mar a la mesa’. Más precisamente, están hechas a partir del hilo extraído de botellas de PET (tereftalato de polietileno, material plástico con el que se fabrican las botellas de agua mineral). Hilada, esta tela resulta muy suave al tacto y a la par tiene cierta impermeabilidad, tan interesante para este uso. Nuestra mascarilla tiene dos capas y una apertura para introducir un filtro de tejido sin tejer. Evita generar tanto plástico como las de unas horas de uso". Conscientes de su deber de sensibilizar a la población local, Emaús San Sebastián añade que "La mascarilla es solo un complemento. Lo importante es mantener la distancia social, lavarse las manos y demás medidas higiénicas."

 

CORDIS  (Sudáfrica

En Sudáfrica, el gobierno inició el desconfinamiento a principios de mayo. Se autorizó a un millón y medio de personas a volver al trabajo, con medidas estrictas de protección sanitaria. “Igualmente, anunció un programa que contribuirá a reactivar la economía y a ayudar a las industrias afectadas”, explica Beron Molantoa, director del grupo Emaús Cordis. “Se han asignado unos 26 mil millones de dólares a la incentivación de la economía, a ayudar al personal sanitario, a las empresas y a las personas vulnerables. Es importante mencionar que los extranjeros no recibirán ninguna ayuda. La mayoría de ellos, al igual que el resto de los sudafricanos de a pie, realizan pequeños trabajos diarios para sobrevivir” especifica. “En la mayoría de los lugares que he visitado desde el principio de la crisis, la gente está hambrienta”, advierte Beron. “Por eso, Cordis, junto con la asociación San Vincent de Paul de Johannesburgo, ha emprendido la tarea de elaborar un listado de las personas afectadas.  Hoy somos capaces de entregar paquetes de alimentos a 32 hogares”, añade. “Pretendemos seguir movilizando a todas las partes implicadas para ayudar a los más desfavorecidos. Aún hay mucha gente que necesita nuestra ayuda”.

 

Kudumbam  (India

“En una catástrofe como la del Covid, los más pobres son los más afectados, y a las personas mayores se les deja morir”, denuncia Poppy John Xavier, coordinadora de equipo en Kudumbam. En su grupo, situado en el sur de la India, la solidaridad sigue estando en auge. Gracias a la generosidad de sus prestatarios agrícolas, que regentan pequeñas tiendas y granjas hortícolas, pero también gracias a varios donantes, los equipos siguen aportando su apoyo a las personas vulnerables. Cada semana se organizan distribuciones de paquetes de auxilio con productos alimentarios y verduras, para viudas, personas mayores, personas con discapacidad y familias vulnerables.

Emaús Oruro  (Bolivia

A mediados de marzo, el gobierno boliviano confirmó los primeros casos de contaminación con coronavirus. Desde entonces se están tomando medidas drásticas: cierre de las fronteras terrestres, suspensión de los vuelos internacionales y del transporte interno, así como el confinamiento estricto de la población. "En Bolivia, la cuarentena significa medidas sanitarias rígidas, no transitar en las calles, ni tampoco salir de las viviendas, solamente una vez por semana para comprar alimentos", explica Fernando Sandalio Vinola, fundador del grupo Emaús Oruro. "Ahora, la cuarentena es total, con el control de la policía y del ejército. Mucha gente sufre porque, lamentablemente, en el país, y particularmente en Oruro, hay una economía informal" advierte. En esta época de pandemia, todas las actividades del grupo se han parado, pero los responsables permanecen movilizados a la espera del desconfinamiento. "Vamos a nuestras escuelas para el cuido respectivo y el regado de las plantaciones y otros cuidados" explica Fernando.