Los primeros años del Abbé Pierre
El compromiso político del Abbé Pierre
Fundador de Emaús
«Hermano de los pobres, provocador de paz»
Como heredero universal del Abbé Pierre, Emaús Internacional tiene la responsabilidad de difundir su pensamiento y su obra y proteger y mantener viva su memoria.
Miembro de la resistencia durante la ocupación nazi de Francia, y luego diputado, militante universalista y pacifista, el Abbé Pierre fue uno de los grandes testigos del siglo XX, extendiendo su compromiso social al mundo entero a partir de 1947.
El Abbé Pierre depositó sus archivos, junto con los del movimiento Emaús, en los Archivos Nacionales del Mundo del Trabajo (ANMT) de Francia. Emaús Internacional prosigue con la labor de inventario que se inició en 2001 y está preparando su inscripción en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO para dejar constancia del insólito compromiso con el mundo que mantuvo el Abbé Pierre.
Este trabajo alimenta publicaciones, exposiciones y, sobre todo, la escenografía del Centro Abbé Pierre-Emaús, en Esteville (Francia), lugar de memoria que abrió sus puertas al público en enero de 2012.
Jean Rousseau, presidente de Emaús Internacional desde 2007 hasta 2016
«Por su trayectoria excepcional, el Abbé Pierre ahora forma parte de la Historia. Su persona nos dejó una doble herencia. Por un lado está Emaús, por supuesto, que prosigue su acción en los 37 países en los que está presente y no deja de extenderse… Y, por otro, su mensaje, más actual que nunca, que nos recuerda que la miseria no es en absoluto una suerte inevitable cuando prevalecen los ideales de la fraternidad, la solidaridad y la justicia. En un mundo devastado por la violencia de los más fuertes, nos corresponde a nosotros inspirar la lucha allá donde sea necesaria y simbolizar la memoria viva del Abbé Pierre.»
Cuando un grupo vive una situación de emergencia (un incendio, una catástrofe natural...) se lanza un llamamiento a todas las asociaciones del mundo que componen Emaús solicitando una aportación económica o material con la que poder prestar apoyo al grupo afectado.
Además, los grupos también alimentan regularmente un fondo destinado a estos llamamientos urgentes.
Reconstruir tras el incendio, gracias a la ayuda urgente
La actividad principal del grupo CPSS*, situado en Mom-Dibang (Camerún), es la agricultura, ya que cultiva un palmeral de siete hectáreas y produce aceite de palma. En febrero de 2013, un incendio dañó el techo y el material de producción de la fábrica de aceite, lo cual llevó al grupo a solicitar apoyo, tanto moral como económico y material, al movimiento Emaús.
Con los 2500 euros que recibió de Emaús África y de Emaús Internacional, el grupo pudo sustituir el material dañado (dos prensas de aceite, cien bidones y diez bocoyes de plástico y de metal) y reconstruir la nave para reanudar la producción tras seis meses de interrupción.
«La solidaridad en el movimiento Emaús consiste en compartir nuestros recursos entre todos para que cada uno se haga más fuerte. Solos, no podríamos», concluye Madeleine, responsable del grupo.
*Centro de Promoción Sanitaria y Social
Siguiendo su vocación de organizar un sistema de solidaridad interno en el que se compartan los recursos, el movimiento Emaús ha creado un programa de envío de contenedores. De esta forma, las organizaciones miembros pueden envían material a otras que se encuentran en otras zonas donde no sea tan fácil encontrar dicho material.
El principio es el siguiente: una asociación miembro, en general europea, reúne una serie de bienes (ropa, muebles y objetos diversos) en función de las necesidades de la asociación a quien va destinado, en general de África o de Sudamérica. A continuación se cargan en un contenedor de 66 metros cúbicos y se envían.
Una vez recibidos los bienes, el grupo receptor puede distribuirlos entre personas en situación de dificultad, venderlos en su tienda (generando así ingresos que necesita para su actividad social) o utilizarlos directamente en su propia actividad cotidiana.
Además, la carga y descarga de los contenedores constituyen ocasiones de encuentro y cooperación entre diferentes personas. En este sentido se intenta que los grupos se visiten mutuamente, para adquirir conciencia de la importancia de este tipo de actividad solidaria.
El programa de envío de contenedores lo coordina Emaús Internacional. Existe un fondo específico para este programa con el que se financian parte de los gastos de envío así como encuentros entre las asociaciones que envían contenedores y las que los reciben.
Solidaridad sin barreras
Cada año, las jornadas sobre contenedores sirven para informar y sensibilizar a las distintas asociaciones miembros sobre esta cuestión. En octubre de 2013, quince personas de once grupos de Emaús se reunieron en Marsella (Francia) con motivo de estas jornadas, a las que asistieron también un representante de Emaús África y otro de Emaús América.
En esta ocasión, el representante de la región América fue Luciano Callañaupa Triveño, tesorero y responsable de la recogida de material en la comunidad de Villa El Salvador (Perú). Luciano pudo comprobar que Emaús «es un movimiento que no tiene barreras para dar ayuda y (…) realizar una buena acción». La recepción de contenedores resulta fundamental para su grupo, que ha podido organizar ventas, crear puestos de trabajo y prestar ayuda social a muchas personas gracias a los dos contenedores financiados por Emaús Internacional en 2011 y 2014.
VER EL balance de 2016
Cada año, las asociaciones miembros de Emaús u otras colaboradoras que desean desarrollar sus actividades presentan sus proyectos a Emaús Internacional.
Las organizaciones locales, agrupadas por «regiones» (Europa, América, África y Asia), primero deben enviar su proyecto a la organización regional de la que dependen, la cual expresa lo que cree recomendable y prioritario.
Las recomendaciones de cada organización regional de Emaús las evalúa luego el Consejo Mundial de Acción Política y Solidaridad Internacional.
Finalmente, corresponde al Consejo de Administración el decidir qué proyectos se financiarán.
Los proyectos se financian gracias a las ventas solidarias anuales que cada grupo del mundo debe celebrar y a los beneficios del Salón de París. Los ingresos de todas estas ventas van al fondo común de Emaús Internacional.
Nantégué Koné, responsable de la asociación Emaús Jekawili (Costa de Marfil)
«Gracias al fondo de solidaridad hemos podido crear dos puestos de trabajo más y aumentar considerablemente el número de personas a las que ayudamos.
Sin embargo, para nosotros es fundamental devolver la ayuda.
Por eso, además de pagar la cuota cada año a Emaús Internacional, en el grupo de Jekawilli organizamos una gran venta solidaria bastante particular: ¡es una venta de pollos! Los beneficios de esta venta se destinan íntegramente a la solidaridad internacional. Aunque no consigamos sumas muy elevadas, porque la población de aquí es pobre, nuestra venta beneficia a los cuatro continentes, y eso es lo más importante.»
Para poder financiar las actividades de solidaridad a nivel internacional (proyectos, envío de contenedores y ayuda urgente), las asociaciones miembros celebran cada año una venta solidaria.
Esta puede presentarse como un día de venta habitual o como una venta extraordinaria.
Desde hace quince años, los grupos miembros franceses (y europeos en general) pueden participar además en el Salón Emaús de París, que se celebra una vez al año y cuyos beneficios se destinan a las actividades de solidaridad internacional del movimiento Emaús.
De esta forma, cada asociación o grupo participa en la solidaridad internacional en función de sus capacidades, creando un fondo común que luego se redistribuye dentro del movimiento Emaús según un sistema participativo y transparente y siempre buscando promover la acción colectiva.
Cada año, a finales de junio, el Salón Emaús de París reúne en Porte de Versailles a más de cien asociaciones miembros de Emaús procedentes de Francia y de otros lugares de Europa. Durante todo el año, estos grupos van reservando ciertos objetos para esta venta extraordinaria. A ella acuden unas veinte mil personas para hacer sus compras solidarias e informarse sobre la importancia del movimiento Emaús. Los beneficios del Salón se destinan a las actividades de solidaridad internacional. En 2014, el Salón estuvo dedicado específicamente a proyectos ligados a las finanzas éticas y la economía solidaria, uno de los seis ejes prioritarios del trabajo de Emaús Internacional.
Una de las misiones principales de Emaús Internacional es organizar las iniciativas solidarias entre sus organizaciones, compartiendo los recursos.
Cada asociación miembro de Emaús Internacional organiza una vez al año una venta solidaria para financiar los programas de solidaridad que coordina Emaús Internacional.
Con los fondos que se recaudan se financian en primer lugar proyectos de solidaridad a escala local que presentan las asociaciones miembros, con el fin de reforzar la capacidad de actuación de estas.
Estos fondos también sirven para financiar el envío de contenedores llenos de material, en general desde grupos europeos hasta grupos de África o Sudamérica. Además, se reserva un fondo especial que se utiliza para prestar ayuda a las asociaciones miembros que viven una emergencia (accidentes, catástrofes naturales, etc.).
Moon Sharma,
miembro de TARA Projects (India) y del Consejo de Administración de Emaús Internacional, delegada de referencia en materia de solidaridad
«No comprendí realmente lo que significaba la solidaridad hasta que no me uní al movimiento Emaús, sobre todo en estos últimos años, en que me he implicado a nivel internacional. La solidaridad en Emaús es única, excepcional. La vivimos y practicamos en nuestra vida cotidiana.
Para mí, se trata de compartir lo que tenemos con los que tienen menos que nosotros. El respeto y la dignidad humana son primordiales para todos nosotros.
Somos una fuerza unida para luchar contra este sistema que no está centrado en el ser humano, en el que la economía no está al servicio de las personas. Para nosotros, lo que cuenta son las personas. Sus vidas y su dignidad son esenciales. Creemos firmemente que la pobreza no es inevitable. Una sociedad más solidaria es posible.
En estos tiempos de sufrimiento en el plano político, social, económico y medioambiental, la solidaridad es la única esperanza que puede hacer de este planeta un lugar mejor para vivir.»
«Hacer pequeñas cosas [...] nunca es inútil. Vale más nuestro pequeño gesto, nuestra pequeña acción, que un sueño grande y bello que nunca se cumple. 
Para cambiar el curso de las cosas tenemos que actuar. [...] La verdadera solidaridad es eso».
1 Fuente: Campaña Mundial por la Educación.
2 Fuente: Campaña Mundial por la Educación.
3 Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En este eje, en cada región de Emaús Internacional (África, América, Asia y Europa) se desarrollan las iniciativas que se estiman oportunas, tanto proyectos locales como actividades de incidencia política.
En América, por ejemplo, las organizaciones locales que trabajan en este eje organizan cada año un encuentro sobre esta cuestión.
Esta dinámica se tradujo también a escala internacional en la organización de un encuentro internacional sobre educación, en Montevideo (Uruguay), en 2011. A él acudieron todos los grupos de Emaús que realizan actividades educativas, pudiendo así intercambiar ideas sobre sus prácticas, sacar partido a su saber hacer y pensar en acciones comunes de denuncia.
Valentina Ceol,
presidenta del grupo de Nuevo París (Uruguay)
«En nuestra comunidad recibimos a jóvenes que han dejado el sistema educativo tradicional y les ofrecemos talleres de formación de entre dos y tres años en peluquería, gastronomía o informática, que completamos con talleres de expresión corporal y artística. Ante todo, intentamos transmitirles una serie de valores como la solidaridad y la tolerancia, con vistas a que se conviertan en hombres y mujeres comprometidos.»