América

Los inicios de Emaús en América

América Latina es la zona de mayor presencia y mayor antigüedad de Emaús fuera de Europa. En Uruguay y Argentina, las asociaciones que se unen al movimiento Emaús son anteriores al llamamiento del Abbé Pierre de 1954 y a la publicación de la edición en español de Los traperos de Emaús, en 1956. Son grupos que, preocupados como el Abbé Pierre por la situación de los más pobres, en una época de explosión del éxodo rural y los barrios marginales, trabajan principalmente en el ámbito de la vivienda.

En 1950, en Uruguay, el sacerdote jesuita Atanasio Sierra sensibiliza a la población sobre la problemática de los “cantegriles” (asentamientos informales). En 1954, con un grupo de estudiantes, funda la asociación Emaús, que trabaja en los cantegriles de Montevideo.

En Argentina, en 1952, el sociólogo y sacerdote jesuita José Balista, con ayuda de sus estudiantes y otros voluntarios argentinos y canadienses, construye pequeñas casas para familias con pocos medios. La asociación se constituye a finales de 1955 con el nombre de Emaús. José Balista conoce al Abbé Pierre durante la convalecencia de este en Suiza, en 1958, y lo invita a Argentina.

De junio a septiembre de 1959, el Abbé Pierre hace su primer viaje a América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela.

En Perú conoce el grupo de traperos creado unos meses antes por el sacerdote francés Gérard Protain (miembro de la Misión de París, inspirada por los curas obreros), formado por peruanos de barrios pobres.

En Brasil se reúne con Hélder Câmara, obispo auxiliar de Río de Janero, defensor de una Iglesia al servicio de los pobres y gran promotor de los derechos humanos, a quien conoce desde hace unos años. En 1963, Hélder Câmara pide al Abbé Pierre que le envíe a un voluntario para crear una comunidad de Emaús en Brasil. Aunque esta comunidad ya no es miembro de Emaús Internacional, en los años 1990 se crean varias organizaciones de Emaús en Brasil.

En Chile, a finales de 1957 se crea un grupo de jóvenes estudiantes que se dedican a la acción cultural: Las Urracas. Les habían pedido ayuda tras la ocupación de unos terrenos por parte de 3 000 familias en La Victoria, a las afueras de Santiago. Conocen al Abbé Pierre en la conferencia que imparte en la universidad en 1959 y envían a dos de ellos a conocer la vida y el trabajo de los traperos en Francia. A su vuelta, en 1961 ponen en marcha la primera comunidad de traperos de Emaús de Chile.

Durante la dictadura de Pinochet, Emaús Chile apoya los comedores populares para niños pobres. En 1976, una delegación viaja al altiplano boliviano para comprar quinua para los comedores a las comunidades campesinas. En ese viaje conocen a Fernando Sandalio, militante del movimiento cooperativo, y la idea arraiga también en Bolivia, donde en 1978 se crea Emaús Oruro.

Ese mismo año se crea en Colombia la Comunidad de Pescadores de Emaús, a iniciativa de un religioso italiano, Flavio Veronesi. Tras haber colaborado en los inicios de Emaús en Bilbao (España), Flavio Veronesi llega a finales de los años 1970 a Buenaventura y decide implantar un grupo de Emaús con una actividad original: la pesca, ocupación tradicional de los negros de la costa del Pacífico.

Pero la historia de Emaús empieza también muy pronto en América del Norte, en Canadá. En 1955, el Abbé Pierre da una serie de conferencias en Quebec, en las que reprocha al clero que su modo de vida es demasiado lujoso. Pese a la oposición de una parte del clero, Emaús se pone en marcha con el apoyo del arzobispado de Montreal. La comunidad de Emaús de Montreal alberga en sus locales la Asamblea Constituyente de Emaús Internacional, en 1971, así como la sede y la Secretaría Internacional de Emaús, hasta 1976, cuando se trasladan a Charenton-le-Pont (Francia).

En 1966, en Nueva York (Estados Unidos de América), el sacerdote David Kirk (que había sido compañero de Martin Luther King) y varios amigos suyos fundan Emmaus House (“Casa de Emaús”), una comunidad ecuménica enfocada hacia la no violencia y el rechazo a la guerra de Vietnam, que trabaja con los pobres, los negros y los puertorriqueños. Varios años después, esta comunidad de Emaús de Harlem oye hablar del Abbé Pierre y de un movimiento que lleva su mismo nombre, y decide entrar en contacto con él.

África

Los inicios de Emaús en África

La historia de Emaús en el continente africano comienza en 1961 en Ruanda. El sacerdote belga Joseph Fraipont, que había sido voluntario de Emaús en Francia, crea en la colina de Gatagara el Hogar de la Virgen de los Pobres, un innovador centro de acogida, reinserción y formación profesional de niños con discapacidad física, que hasta entonces eran escondidos por sus familias, en el que intenta transmitir el espíritu de Emaús. En 1971, esta asociación es uno de los miembros fundadores de Emaús Internacional. Desde el principio, sus principales colaboradores son ruandeses. Tras la muerte de su fundador, en 1982, sus sucesores se van alejando de Emaús.

Emaús vuelve a surgir en África en los años 1990, de la mano del beninés Albert Tévoédjrè, director adjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Tévoédjrè había publicado en 1978 el libro La pobreza, riqueza de los pueblos, por lo que se le invitó a intervenir en la Asamblea Mundial de Emaús celebrada en Namur (Bélgica) en 1984, en la que conoció el movimiento Emaús y percibió que podía tener pertinencia para las sociedades africanas. En 1988 conoce en Ginebra a su compatriota Véronique Gnanih, que quería poner en marcha un proyecto de tratamiento de residuos, y le habla de Emaús. En 1989 crean Emaús Tohouè (Benín).

Un factor decisivo para el resurgimiento de Emaús en África es el primer coloquio organizado por Emaús Internacional en Porto Novo (Benín) en noviembre de 1989, con ayuda de Albert Tévoédjrè, al que se invita a varias asociaciones locales de Benín, Burkina Faso, Camerún y Togo. En 1991 y 1993 se organizan otros dos coloquios, en Burkina Faso y Camerún, que dan lugar a la afiliación de varias asociaciones a Emaús Internacional y la creación de otras más. Una de ellas es CPSS (sigla en francés de “Centro de Promoción Sanitaria y Social”), de Mom-Dibang (Camerún), creado en 1978, que se afilia a Emaús Internacional en 1991.

Este es el caso también de dos asociaciones de Burkina Faso, Benebnooma, en Koudougou, y Pag-la-Yiri (también conocida como “Las mujeres de Zabré”), a las que se había invitado porque las conocía Emaús Arezzo (Italia), una comunidad que estaba hermanada con un comité local burkinés desde mediados de los años 1970. Otros burkineses que habían participado en el coloquio de 1991 crean otras dos asociaciones, SEMUS (sigla de “Solidaridad y Ayuda Mutua en el Sahel”) y ESO (“Emaús Solidaridad Uagadugú”), que se afilian a Emaús Internacional en 1997. Albert Tévoédjrè habla también de Emaús a su amigo Isidore de Souza, obispo auxiliar de Cotonú (Benín), que, convencido tras visitar una comunidad de Emaús en Francia (de la que llega a hablar en los pasillos del Vaticano), crea en 1991 Emaús Hêvié (hoy Emaús Pahou).

A partir de 2002, el movimiento Emaús percibe la necesidad de aumentar el número de miembros en África y, en 2003 y 2004, numerosas organizaciones locales se afilian a Emaús Internacional. La última de ellas, afiliada en 2012, es MARS (“Movimiento de Acción por la Renovación Social”), de Togo.

Emaús en el mundo

Organización

Cómo funcionamos

Emaús Internacional agrupa a 425 asociaciones miembros, de 41 países de distintas zonas del mundo. Estos grupos son de naturaleza diferente según sus actividades: comunidades* donde viven y/o trabajan los compañeros, comités de amigos (voluntarios) o estructuras de diverso tipo (la diversidad de actividades de las asociaciones miembros de Emaús se describe en la sección Emaús en el mundo). Cada una de estas asociaciones es una entidad autónoma (en Francia suelen ser asociaciones regidas por la ley de 1901) que se une a Emaús Internacional y a una organización nacional (en caso de que haya más de tres grupos en un mismo país). Así, en Francia, por ejemplo, las asociaciones son miembros de Emaús Francia, y en Brasil, de Emaús Brasil.

Estos grupos se organizan además por regiones, que son los cuatro continentes en los que están presentes: África, América, Asia y Europa.

*Las comunidades son grupos compuestos por personas, en general excluidas, llamadas «compañeros», que trabajan juntas y a veces incluso viven en la propia comunidad. Los compañeros recogen bienes donados por particulares, los acondicionan y los venden, financiando así el funcionamiento de la comunidad.

Cómo nos gobernamos

Emaús Internacional es un movimiento compuesto por asociaciones locales que se organizan en diferentes niveles y funcionan de manera descentralizada. Cada cuatro años, todas estas organizaciones miembros se reúnen en la Asamblea Mundial, en la que todas tienen voz y en la que se elige al presidente.

El Consejo de Administración y el Comité Ejecutivo, por su parte, se componen de miembros electos procedentes de las cuatro regiones (los continentes). Buena parte de las decisiones se toman en los órganos regionales.
Tanto a escala internacional como a escala regional las instancias compuestas por cargos electos (los diversos Consejos y Ejecutivas) determinan las orientaciones estratégicas, apoyándose en equipos permanentes de profesionales (las secretarías).
Si en un país hay más de tres asociaciones miembros se puede crear una organización nacional, asistida también por un equipo profesional y con sus propias instancias que marquen sus orientaciones. Las organizaciones nacionales nombran a un delegado nacional, que pasa a ser miembro también de los órganos de la región correspondiente. 

La organización de Emaús, por tanto, responde a un esquema descentralizado en el que la toma de decisiones por parte de las distintas organizaciones, en cada nivel, está guiada por el principio de subsidiariedad.

Nuestro organigrama

Textos fundamentales

Conforme se va construyendo el movimiento, las organizaciones miembros de Emaús Internacional van adoptando una serie de textos fundamentales que definen la razón de ser del movimiento, sus características y su campo de actuación. Estos cuatro documentos se pueden descargar en formato PDF haciendo clic en los enlaces correspondientes.

Manifiesto Universal (1969)

Es nuestro texto fundador y fue aprobado en el primer encuentro entre los grupos de Emaús de todo el mundo, en Berna, en 1969. El Manifiesto Universal recuerda el origen de Emaús y el carácter simbólico de nuestro nombre, al tiempo que define los fundamentos de nuestra acción, que se resumen en la fórmula «Servir primero a quien más sufre».
El Manifiesto Universal existe en veintiún idiomas.

Descargar "Manifiesto Universal"

Amplitud y límites del compromiso social de Emaús (1976-1979)

Este texto ahonda en las ideas del Manifiesto Universal y declara que Emaús se encuentra y permanece en conflicto con todos aquellos que son causantes de la miseria, y que cada organización miembro de Emaús debe comprometerse en esta línea. También afirma la independencia confesional y política del movimiento, que no es incompatible con las opciones políticas o religiosas particulares de sus miembros, las cuales no representan la posición del movimiento en su conjunto.

Descargar "Amplitud y límites del compromiso social de Emaús"

Carta de identidad y pertenencia (1996)

Ante las solicitudes de afiliación de organizaciones cuyas actividades difieren de las actividades tradicionales de las comunidades de Emaús, los miembros del movimiento sienten la necesidad de redefinir sus rasgos de identidad. De ahí surge este texto, que define los derechos, deberes y objetivos comunes.

«El encuentro de hombres y mujeres en distintas situaciones, que toman conciencia y que se unen en el trabajo, compartiendo objetivos comunes en la lucha contra todo tipo de injusticias, buscando que los pobres sean constructores de su propio futuro.»

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Compromisos solidarios (1999)

Este texto, fruto de los debates de la Asamblea Mundial de 1999 en torno al tema «Solidarios por la justicia», profundiza en los valores fundamentales del movimiento, actualizándolos, enuncia los retos de la sociedad contemporánea y propone una serie de maneras de contribuir al cambio.

«En un mundo plagado por la pobreza y la desigualdad, los grupos Emaús deben ser como oasis de libertad y justicia donde se respetan los derechos fundamentales de todos. Como Movimiento, asumimos el compromiso de luchar contra la pobreza y la opresión y contra las causas que las provocan, con todos nuestros recursos y hasta donde nos sea posible.»

Descargar "Compromisos solidarios"

Nuestros valores y principios de acción

Descargar "Nuestros valores y principios de acción"

Historia del movimiento

Desde 1949, el movimiento Emaús se ha ido construyendo sobre dos pilares, que son la acción solidaria concreta y el trabajo de denuncia e incidencia política. Su historia está marcada por la relación entre estas dos labores: actuar al servicio de «los que más sufren» y ser «la voz de quienes no tienen voz».
Ya a principios de los años cincuenta, el Abbé Pierre está convencido de que la lucha contra la miseria no puede detenerse en las fronteras. Así, durante el resto de su vida, irá acompañando el florecimiento de Emaús en diferentes zonas del mundo.

Los comienzos en Francia
(1949-1954)

Emaús se extiende por el mundo
(1954-1963)

La creación de Emaús Internacional
(1963-1987)

Un proyecto común
(1988-2015)

Historia

Nuestra historia resumida

Las raíces del movimiento Emaús están en Francia, en 1949, cuando se crean las primeras comunidades. En un contexto de crisis de la vivienda, los compañeros comienzan a construir algunas para dar cobijo a numerosas familias. Ante la pasividad de las autoridades, el Abbé Pierre lanza su llamamiento del 1 de febrero de 1954, que tiene un enorme calado tanto en Francia como en el extranjero.

En 1954 comienzan los viajes por el mundo del Abbé Pierre, quien va contando su experiencia de Emaús y emprendiendo una batalla a escala mundial contra la miseria. Empiezan a surgir grupos de Emaús en diversos países. En 1963, el Abbé Pierre está a punto de morir en un naufragio navegando de Argentina a Uruguay y se da cuenta de la necesidad apremiante de estructurar el movimiento. En 1969, en Berna (Suiza), se reúnen por primera vez las distintas asociaciones miembros de Emaús del mundo entero y en 1971 se crea Emaús Internacional.

Las sucesivas Asambleas Mundiales van forjando poco a poco la identidad del movimiento, hasta que se empiezan a definir, a finales de los años 1980, actividades y líneas de incidencia política en común.